Copenhague, 24 de octubre. La crisis económica echó por tierra la posibilidad de cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), un conjunto de iniciativas a que se comprometió la comunidad internacional y que, entre otras acciones, buscaba reducir a la mitad el número de pobres en el mundo. La pobreza no deja de crecer, aseguró aquí Graeme Wheeler, director gerente del Banco Mundial, quien advirtió que los efectos del cambio climático afectan con mayor intensidad a los países menos avanzados.

El tema del cambio climático y su efecto en la economía fue puesto a discusión este sábado, en el marco de un foro en que participan expertos de organismos internacionales, funcionarios y legisladores de gobiernos de las 15 mayores economías del mundo, entre ellas México. Faltan 43 días para que en esta misma ciudad se reúnan 190 países en una cumbre convocada por Naciones Unidas, conocida como COP 15, que busca generar acciones para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, cuya concentración ha aumentado la temperatura promedio del planeta y alterado el clima en vastas regiones.

El anfitrión de la próxima cumbre sobre cambio climático, el primer ministro danés Lars Lokke Rasmussen, aseguró hoy que las negociaciones para un acuerdo mundial de reducción de contaminantes, que idealmente deberían concluir durante la reunión de diciembre, van muy lentas.

México será la sede de otra cumbre en 2010

El primer ministro danés evaluó que al ritmo actual de trabajo no llegaremos a terminar el proceso de negociación en las cuatro semanas que faltan para la cumbre del cambio climático. Incluso, Lokk Rasmussen anticipó que en diciembre del próximo año se realizará en México una nueva cumbre sobre cambio climático, a la que llamó COP 16, que dará seguimiento a lo que se logre en mes y medio aquí en Copenhague.

Este sábado se pasó revista al proceso de negociación, mes y medio antes de la cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climático. Fue en el marco de un foro convocado por Globe International, una organización que reúne a legisladores de 15 países (los ocho más desarrollados y algunas de las principales economías en desarrollo, entre ellas México, China, India y Brasil), en el que estuvieron expertos, especialistas del Banco Mundial y de otros organismos internacionales.

El premier danés planteó: hasta hoy no se ve posible concluir la negociación antes de mediados de diciembre, cuando se realice la reunión cumbre. Sin embargo, dijo, no se deben subestimar algunos avances que se han dado en los últimos dos años, especialmente relacionados con la promulgación de leyes en varios países que establecen acciones concretas para reducir la emisión de gases producidos por la quema de combustibles fósiles.

Sin embargo, abundó, no hay en este momento, después de una discusión que ya lleva al menos un lustro, claridad por parte de los países desarrollados para cumplir en el mediano plazo con la reducción de los contaminantes que emiten. Es hora de trabajar con la máxima velocidad, con el mayor compromiso político, siento que existe ese compromiso político y debe ser aprovechado ese momento.

Otro punto que fue planteado fue la forma en que la crisis financiera y económica internacional impuso el costo de retrasar los avances en la reducción de la pobreza y la mejora en las condiciones de acceso a salud y educación en los países menos avanzados, un conjunto de iniciativas conocidas como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Este conjunto de metas fueron fijadas en 2000 por Naciones Unidas y buscaban, principalmente, que el número de pobres en el mundo en 2015 fuera la mitad de los que había en 1990.

Graeme Wheeler, el segundo funcionario en importancia del Banco Mundial después del presidente Robert Zoellick, aseguró este sábado que ninguno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio se va a poder cumplir en el plazo fijado, un reconocimiento que hasta ahora no había sido tan explícito por parte del organismo internacional. Hablo de que la crisis económica ha profundizado una exclusión política y social de gran parte de los habitantes del mundo. Aseguró que mil 400 millones de personas que viven en pobreza están cada vez más desconectados de los avances que se dan en terrenos como el acceso a salud o uso de tecnología.

La crisis no fue creada por los pobres, pero serán los pobres quienes resulten más afectados. Y esto es válido tanto para la crisis económica, como para la crisis derivada del cambio climático, dijo Wheeler.

La modificación en el clima del planeta, que tiene efectos como la alteración de los patrones de lluvia o un aumento en la desertificación, tiene ya un costo económico, estimado en 2 puntos del producto interno bruto mundial cada año, según expuso aquí Samuel Fankhauser, experto de un centro de investigaciones de cambio climático en la London School of Economics.

El efecto invernadero es un mecanismo natural que retiene el calor emitido por la superficie terrestre. En la actualidad, la temperatura promedio de la tierra es de 14 grados centígrados. Si no existiera el efecto invernadero natural, la temperatura media sería de menos 19 grados centígrados, de acuerdo con el Ministerio de Clima y Energía de Dinamarca (MCE).

En estos momentos, la concentración de bióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, uno de los factores del calentamiento global, es de 385 partes por millón (ppm). Antes que iniciara la industrialización a finales del siglo XVIII, era de 280 ppm. Hoy en día hay más CO2 en el ambiente que en ningún otro momento de los últimos 650 mil años, según el MCE.

Hay una discusión internacional sobre el aumento de la temperatura. El último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de Naciones Unidas señala un incremento de 0.74 grados entre 1906 y 2005. Según expertos, si no se revierte la emisión de gases, la temperatura aumentará 5 grados centígrados en las siguientes décadas. Uno de los objetivos que se buscan en la próxima cumbre de Copenhague es que ese incremento sea de 2 grados centígrados.

Los dos principales emisores de gases de efecto invernadero son Estados Unidos y China. Durante sus ocho años en la Casa Blanca, el ex presidente George Bush –ligado a la industria petrolera y armamentista– negaba la evidencia científica sobre el aumento de la temperatura en la tierra, situación que cambió con la llegada de la administración demócrata.

Banco verde

En esos términos claros lo expresó aquí el congresista de Estados Unidos Ed Markey, copatrocinador de una ley que está en proceso de aprobación, que compromete acciones para reducir la emisión de contaminantes de su país. Markey propuso aquí que fuera creado un banco verde mundial, a semejanza de una institución de financiamiento de tecnología ambiental que está considerada en la legislación que promueve.

Por primera vez en mi país, después de años de negación, se ha planteado la urgencia de actuar contra el cambio climático, aseguró.

China, en una visión compartida por países en desarrollo como Sudáfrica y Brasil, consideró aquí que la reducción de contaminantes es una responsabilidad compartida pero diferenciada. Es decir, que los países avanzados, que son los responsables históricos de la mayor emisión de contaminantes, no pueden pedir a las naciones menos desarrolladas que frenen su crecimiento.

Debemos tomar en cuenta hechos como el número de pobres que viven en los países en desarrollado para emprender acciones correctas contra el cambio climático, expuso Wang Guangtao, presidente del comité de medio ambiente del Congreso Nacional del Pueblo chino.

La lucha contra la pobreza es muy importante, entonces planteamos que se tome en cuenta el derecho humano a una vida digna, que la discusión no se centre sólo en abatir la emisión de gases contaminantes.

Markey, mientras tanto, dijo que buena parte de la solución para bajar la contaminación ambiental está basada en el uso de tecnología así que debemos asegurarnos que los países en desarrollo pueden compartirla, como una forma en que pueden asegurar su crecimiento económico.