Lunes 26 de octubre de 2009, p. 31
Washington, 25 de octubre. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró a Puerto Rico en emergencia tras el estallido –hace 48 horas– de un depósito de combustible de la empresa Caribbean Petroleum en un sector de San Juan, el cual desató un incendio que sólo se logró extinguir hasta la tarde del domingo.
Obama ordenó la entrega de ayuda federal para complementar los esfuerzos locales, dice un comunicado difundido por la Casa Blanca. Cuatro municipios fueron declarados en emergencia.
La confirmación de que las llamas habían desaparecido llevó de inmediato a numerosos equipos de investigadores locales y del gobierno estadunidense al área afectada. Éstos tienen la tarea de esclarecer las causas del siniestro, cuyo impacto económico no fue precisado.
El incendio se inició la madrugada del viernes. Estuvo acompañado por una fuerte explosión, la cual provocó severos daños a inmuebles cercanos.
Ya hemos apagado el fuego y la vida empieza a volver a la normalidad en las comunidades
, indicó el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, durante una rueda de prensa. Todos los tanques están apagados. Puede haber un poco de humo, pero el peligro ya pasó
, afirmó.
De inmediato comenzó el proceso para que los habitantes retornen a sus viviendas. Quienes vieron afectadas sus propiedades permanecerán en refugios habilitados por el gobierno.
También se reabrieron algunas carreteras que fueron cerradas debido a la gran cantidad de humo que produjo el incendio.
La medida de Obama autoriza a la Agencia Federal de Manejo de Emergencia, del Departamento de Seguridad Interior, a proveer la asistencia necesaria.