El Alcorcón nulificó a las estrellas merengues y se impuso 4-0
Valdano pidió perdón a los aficionados
Fue una verguenza: Pellegrini
Miércoles 28 de octubre de 2009, p. a14
Alcorcón, 27 de octubre. Real Madrid, con sus estrellas Raúl, Benzema, Guti y Albiol, entre otras, sufrió una goleada de 4-0 ante el modesto Alcorcón, de la tercera división española, en la Copa del Rey. Tras la humillación, Jorge Valdano, director del club merengue, pidió perdón a los aficionados, mientras crecen las críticas hacia el técnico Manuel Pellegrini.
En el juego de ida de dieciseisavos de final, el cuadro blanco vivió una de las noches más negras de su historia reciente: no sólo cayó ante un equipo de infinita modestia, sino fue vapuleado durante todo el partido y se vio obligado a jugar puramente a la defensiva.
El estadio Santo Domingo de Alcorcón, población obrera del sur de la capital española, tiene cuatro mil localidades y todo el presupuesto anual de su equipo, aproximadamente 1.2 millones de euros, es menor que cualquier sueldo de un jugador del Real Madrid.
Pese a fallar en numerosas oportunidades, el cuadro local se marchó al descanso con ventaja de 3-0, gracias a los goles de Borja, Ernesto y Arbeloa.
Sólo el portero merengue Jerzy Dudek salvó el marco de una mayor goleada. Aún así, el 4-0 llegó a los 52 minutos, en un nuevo error defensivo madridista, y lo anotó Borja, libre de marca.
El partido se fue entre el júbilo de los locales, la impotencia blanca y la incredulidad de sus aficionados, que se retiraron enfadados y entre gritos de Valdano, cabrón, saluda al Alcorcón
.
Al término del encuentro, el aludido señaló: Sé cómo se puede sentir el madridismo y le pedimos perdón. Sólo vamos a salir fortalecidos de esta derrota. Estoy convencido de que estos jugadores sabrán revertir la situación. Debemos interpretarlo como una lección de humildad
.
Pero las mayores críticas fueron para Pellegrini, quien lleva varias semanas en el ojo del huracán por el decepcionante rendimiento de su equipo, pese a la inversión de más de 250 millones de euros (370 millones de dólares) en refuerzos.
No me pasa por la cabeza dimitir
, aseguró Pellegrini y, al no encontrar respuesta, admitió: ha sido una vergüenza
.