Como una acción de agradecimiento espiritual, Karla Wheelok regresará al Everest 10 años después de haber ascendido a la cima, aunque sólo llegará al campamento base, donde se realizará una ceremonia con integrantes de la expedición con la que logró la cumbre, para luego intentar subir dos montañas Himalayas de 5 mil 600 y 6 mil 300 metros, que dedicará a sus dos hijas de cinco y siete años de edad, y que simbolizará el inicio de un proyecto en pro de la educación en México.

Vamos de nuevo. El alpinista sigue subiendo montañas y el nuevo reto es regresar, expresó Wheelok, quien el 27 de mayo de 1999 se convirtió en la segunda mujer mexicana en llegar al llamado techo del mundo (8 mil 848 metros), la primera por la compleja ruta norte, tras lo cual se lanzó las cimas más altas de cada continente, hazaña que completó como primera iberoamericana en 2005.

Haremos una llamada telefónica desde el campamento base del Everest con el secretario de Educación Pública (Alonso Lujambio), con el fin de vincular este regreso a la cima con el compromiso que existe con la educación en México, dijo la abogada coahuilense, quien actualmente se desempeña como empresaria consultora de empresas.

“Uno de los grandes alpinistas para mí fue Sir Edmund Hillary, no sólo por haber sido el primero en subir a la cumbre del Everest, sino por el compromiso que adquirió con la educación. Él regresó a la montaña a construir escuelas.

En esta ocasión yo vuelvo para retornar a México con una filosofía y esta campaña de competencias y habilidades para los niños, apuntó la alpinista.

La preparación ha sido larga, no he dejado de hacer ejercicio durante estos años y el cuerpo tiene una memoria en aclimatación. Llegar al Everest no es cosa fácil, pero he estado practicando mucho, anotó Wheelok, quien partirá el 5 de noviembre hacia Katmandú.

Luego de unos días de adaptación realizará el ascenso a la falda del Everest, para asistir a la ceremonia en el monasterio Pang Gu She, el día 13.

Cuando uno agradece, las cosas se multiplican. Cuando yo subí la montaña, iba meramente con un propósito deportivo, comentó la atleta, quien derramó lágrimas de emoción antes de continuar:

“Me di cuenta que la cima me dio más que eso, me permitió recibir grandes aprendizajes que he podido compartir durante estos 10 años, no solamente con jóvenes y niños, sino con empresarios de México, Estados Unidos, Sudamérica y Europa.

Eso me ha permitido darme cuenta de la trascendencia que tenemos los deportistas a la hora de la responsabilidad que nos da tener ciertos logros para transmitir esperanza y un poquito de luz.

Wheelok reconoció el deseo que tiene de ascender otra montaña superior a 8 mil metros, aunque dijo que no revelará el proyecto hasta concretarse como tal.

Por lo pronto partirá hacia la base del Everest, a más de 5 mil metros, y luego intentará llegar a las cimas de dos montañas de la zona: el Khuming y el Chu Kung Ry. Estima el regreso para el 27 de noviembre.

Wheelok se ha preparado con ascensos al Nevado de Toluca, al Iztaccíhuatl y al Pico de Orizaba.