Jerusalén, 27 de octubre. Al menos ocho misiles israelíes impactaron esta noche en el sur de Líbano, cerca de la fronteriza localidad de Hula, luego de que un cohete katiusha disparado desde territorio libanés cayó en el norte de Israel, sin que en ninguno de los dos casos se registraran víctimas.

El cohete impactó en un campo abierto situado al este de la localidad de Kiryat Shmona, en el norte de Israel, y desató un incendio que no provocó heridos. Luego, una portavoz castrense israelí confirmó que su artillería abrió fuego contra el sector desde donde fue disparado el katiusha.

En Líbano, un responsable de los servicios de seguridad dio cuenta del disparo de ocho misiles israelíes cerca de la aldea de Hula tras el impacto de un cohete sobre el norte de Israel, del que ningún grupo se responsabilizó.

Se trata del cuarto incidente de este tipo en lo que va de año.

Israel, por otra parte, demolió cinco casas palestinas en los barrios Shuafat, Sur Baher, Silwan y Jabel Mukabar de Jerusalén este, bajo el argumento de que fueron construidas sin permiso.

El movimiento Fatah, del presidente palestino Mahmoud Abbas, consideró que la demolición de casas forma parte de un plan para desbaratar el balance demográfico en la región.

Ir Amin, un organismo israelí no gubernamental, caracterizó la práctica como una medida irresponsables que puede provocar una escalada de violencia”.

En este contexto, Tel Aviv rechazó el informe de Amnistía Internacional, que lo acusa de negar agua a los palestinos de los territorios ocupados. El ministro de Infraestructura israelí, Uzi Landau, indicó que ha mantenido y respetado los acuerdos firmados de Oslo en relación al agua, y sostuvo que los palestinos han desperdiciado millones de metros cúbicos al negarse a purificar sus aguas residuales.