A diferencia del gobierno federal el del Distrito Federal impedirá en su territorio el cultivo de maíz transgénico, aseveró su titular, Marcelo Ebrard Casaubon, quien puntualizó que ésta no es una decisión accesoria ni un discurso, sino una política distinta a la que se sigue en el ámbito nacional.

Al presentar ayer el Programa de Protección a las Razas de Maíz Nativo en el patio central del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el jefe de Gobierno remarcó que México debe adoptar una política sensata, responsable, de protección y de freno a la proliferación de transgénicos.

Ebrard sustentó sus afirmaciones en estudios que demuestran la inconveniencia de que se extienda en el país el cultivo de transgénicos, especialmente en el caso del maíz, y del alto costo que esto traerá en términos de cultura, economía, agricultura y bioseguridad.

El titular del Ejecutivo local refirió que los países productores tienen muchas restricciones sobre estos productos en su propio territorio, por lo que recriminó que ni siquiera se tenga claro qué transgénicos están entrando ni qué efectos tienen en las diferentes regiones, con el argumento de que no hay ningún problema. Entonces, ¿por qué los restringen en los países productores?

Ebrard Casaubon aseguró que el sentido común y la responsabilidad llevarían a una decisión inmediata: no permitirlo.

Al indicar que en la ciudad de México se producen 3 mil toneladas de maíz cada año, principalmente para el consumo de su población rural, ratificó el compromiso de su administración de apoyar todos los esfuerzos que se hagan en favor de la protección de las razas del maíz nativo del altiplano mexicano, porque están bien documentados, bien hechos, provienen de la ciencia, la reflexión y de personas que son patriotas y se preocupan por el interés general y el futuro de nuestra ciudad.

Debe otorgarse la mayoría de edad al DF

Más tarde, durante una breve conferencia de prensa ofrecida al término de su reunión con integrantes de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Ebrard Casaubon afirmó que su administración insistirá en que de una vez por todas se dé paso a la reforma política que otorgue a la ciudad de México su credencial de mayoría de edad o de igualdad de derechos respecto de las demás entidades.

Cuestionado al respecto, el mandatario capitalino confió en que en este momento existen las condiciones para llevar a buen término la reforma política del Distrito Federal, la cual tiene que avanzar fundamentalmente con la aprobación de la capacidad de poder endeudarse y la reglamentación para la destitución del jefe de Gobierno por parte de la Asamblea Legislativa, en vez de las cámaras de Diputados y Senadores.

La otra parte de ese nuevo trato con la capital es la cuestión fiscal, ya que con la fórmula que existe cada año van a llegar menos recursos al DF; no estamos de acuerdo. Esto se debe revisar; la Cámara de Diputados debe intervenir en ello, hay que plantearlo no como una negociación en la que se quiera tener recursos que son de otras entidades, sino pensando en cuál es la proporción de recursos que deben tener las entidades frente al gobierno federal, abundó Ebrard.

El Ejecutivo local se mostró optimista –“sin que eso signifique que seamos ingenuos–; sabemos que hay diferentes prioridades políticas”, en que el Congreso de la Unión le autorizará al Distrito Federal el presupuesto que solicitó.