Madrid, 29 de octubre. Diputados españoles aprobaron este jueves la nueva Ley de Extranjería, que prevé la ampliación de 40 a 60 días el periodo de detención de inmigrantes indocumentados antes de su expulsión y restringe la reagrupación familiar de los inmigrantes, medida que critican las ONG.

La nueva ley, que ahora pasará al Senado, fue aprobada con 185 votos a favor del gobernante Partido Socialista Obrero (PSOE) y tres pequeños grupos regionales o nacionalistas, mientras que votaron en contra el conservador Partido Popular (PP), principal de la oposición, junto con la coalición ecolocomunista IU y la centrista UPyD.

La nueva ley es moderna, apuesta por la integración, refuerza la eficacia de la lucha contra la inmigración clandestina y apuesta por el orden, el control y la legalidad, afirmó la secretaria de Inmigración, Consuelo Rumí.

La ley prevé, entre otras medidas, ampliar de 40 a 60 días el periodo de retención de inmigrantes clandestinos antes de su expulsión, ya que el ejecutivo socialista José Luis Rodríguez Zapatero consideró que no son suficientes 40 para tramitar las expulsiones de extranjeros en situación irregular a sus países de origen.

La nueva legislación restringe además las condiciones para la reagrupación familiar de los inmigrantes, que quedará limitada a sus hijos menores de 18 años o mayores con discapacidad, y a sus padres cuando están a su cargo, sean mayores de 65 años y existan razones que justifiquen la necesidad de autorizar su residencia en España. Además, los inmigrantes que tengan a su cargo menores en edad escolar deberán acreditar su escolarización en los trámites de renovación de los permisos de trabajo y residencia. En cambio, otorga un permiso de trabajo a los hijos reagrupados entre los 16 y los 18 años, que no tenían.

Las ONG Red Acoge, Cáritas y Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) criticaron la nueva ley, especialmente las restricciones a la reagrupación familiar, ya que perjudicará gravemente el proceso de integración social.