La pendiente que conduce a la zona alta de Cuautepec muestra el escenario que dejó la lluvia atípica que azotó a la zona: las calles están anegadas, el lodo dificulta el andar, es una enorme capa gruesa de desechos acumulados tendida sobre el pavimento. En la calle de La Presa la gente pone a secar al sol los muebles y todo lo que pudo rescatar.

Las colonias afectadas siguen en aumento. Además de Palmatitla, Zona Escolar, Lomas de Cuautepec, Valle Madero, Malacates y Arbolillo se suman La Forestal y Acueducto de Guadalupe, donde incluso varias casas están a punto de caer.

Los testimonios coinciden en señalar que la intensidad de la lluvia originó escurrimientos en la zona de la Sierra de Guadalupe que, junto con los desbordamientos de ríos, crearon una enorme corriente que arrasaba con lo que encontraba a su paso. Se llevó árboles, piedras, muros de contención y viviendas, comentó Ramiro Cárdenas, habitante de La Presa.

La familia Torres Monroy habita la casa número 3 de la citada calle, que limita con un afluente del río Maximalaco. Uno de sus integrantes relató: el agua empezó a subir de nivel. Rebasó el metro de altura; por ello, ante el temor de que la casa se inundara, decidieron habilitar cuartos en la azotea para pasar la noche. Pero los muros quedaron cuarteados y con boquetes.

La corriente se contuvo justo en el kínder Palmatitla, el agua dejó inhabilitado el inmueble; pero tuvo suerte, comentaron habitantes, porque en el punto que forman las calles Darío Fernández y 20 de Noviembre se han caído casas.

Los vecinos de Cuautepec salieron a tratar de reparar los daños que dejó la trombaFoto Yazmín Ortega Cortés

En la subida rumbo a La Forestal se ve a los habitantes que limpian sus pertenencias. Con jabón y cloro hacen lo posible por rescatar computadoras y aparatos electrodomésticos. Pero eso no es todo, las casas de Laureles están a punto de caerse.

Todos intentan recuperar algo de su patrimonio. Piden el apoyo de las autoridades, pero como no hay muertos, deben esperar, fue la respuesta que funcionarios de la delegación Gustavo A. Madero dieron a los vecinos de la segunda cerrada de Miguel Lerdo de Tejada, donde desapareció el parque y el altar de su virgen, además, los cimientos de una casa quedaron expuestos por la corriente.

Los reclamos son fuertes aunque los vecinos aceptan su responsabilidad. Cuautepec, recordó Genaro Moreno, se pobló con invasiones, nunca tuvo una planeación urbana, nosotros tenemos la culpa por construir en zona de riesgo, pero la autoridad también, porque lo permitió.

Debajo de las viviendas pasa incluso la corriente del río. Algunas zonas de barrancas se fueron rellenando, los trabajos de mitigación y prevención,no se hacen con estudios, es improvisación, afirmaron. Los colonos añadieron que las denuncias y alertas están apiladas en las oficinas de la demarcación.

Los escenarios se repiten en cada una de las colonias afectadas, algunas en mayor medida, por ello hacen un llamado al delegado, Víctor Hugo Lobo, para que atienda a todos por igual.