Con inspirada tarde de Emanuel Villa, el Cruz Azul se mantiene en zona de clasificación al vencer 3-1 al Atlante. En tanto, al cuadro de Cancún se le complicó el panorama no sólo en cuanto a su sueño de pasar a la liguilla, pues además de sufrir la temprana expulsión de Miguel Ángel Martínez, ahora debe esperar estudios médicos de Gabriel Pereyra, lesionado de la rodilla izquierda

Las anotaciones en el estadio Azul, que tuvo unos 15 mil asistentes, fueron obra del argentino Villa, a los minutos 34 y 65, y de Christian Riveros, al 42, mientras por los azulgranas marcó Rafael Márquez, al cierre del primer tiempo. La Máquina llegó a 24 puntos, mientras Potros se quedó con 19 unidades en el tercer pelotón tras 14 fechas.

El arranque tuvo buena dinámica pese al frío. Luego, a los equipos se les dificultó la llegada frente al marco enemigo, por lo que comenzaron a probar con disparos de media distancia; por La Máquina lo intentaron Gerardo Torrado y Javier Chuletita Orozco, mientras los visitantes tuvieron en Pereyra a su hombre más peligroso.

Jimmy, sorprendido

Jaime Lozano dejó ir una excelente opción al minuto 19, cuando el portero visitante, Federico Vilar, saltó por el esférico, pero se fue de largo y la pelota le quedó a un sorprendido Jimmy, quien la voló en forma increíble ante marco abierto. Luego Pereyra madrugó a la zaga cementera al cobrar una falta, sirvió para Daniel Arreola y con apuros resolvió José de Jesús Corona.

Al minuto 26 a Pereyra se le atoró la pierna izquierda y se quedó doliéndose de la rodilla, aunque se recuperó un par de minutos después; sin embargo, en el complemento lo sacaron por la lesión.

Al minuto 32, el defensa potro Miguel Ángel Martínez se ganó cartón rojo y penal en contra al impedir con la mano un cabezazo de Villa. El silbante Germán Arredondo señaló la pena máxima, que cobró al minuto 34 el propio Villa con tiro raso que entró pegado al poste derecho.

José Guadalupe Cruz de inmediato hizo ajustes; sacrificó a Guillermo Rojas e ingresó al argentino Santiago Solari, quien en la recta final del torneo no acaba de entrar en ritmo de competencia y ha decepcionado a su público, aunque el técnico aseguró que hace muy buen grupo y es un líder.

El 2-0 llegó al minuto 42, tras un recentro del Chuletita Orozco, Melvin Brown hizo mal contacto con la cabeza, pero apareció el paraguayo Christian Riveros para rematar casi a bocajarro. En tiempo de compensación, Potros acortó distancia: Pereyra hizo una pared con Joel González y, ante la salida de Corona, cedió pase corto y medido a Rafael Márquez, quien anotó el 1-2 y puso alegría en la cabecera sur, poblada por seguidores atlantistas.

Para el complemento, La Máquina regresó a la cancha como si fuera perdiendo, con ánimo de imponer condiciones. Rogelio Chávez estrelló el esférico en el poste derecho ante el alarido general, pero fue de nuevo Villa, a centro de Lozano, el encargado de aumentar la cuenta (3-1) con certero cabezazo.

La Máquina, como muy pocas veces a lo largo del torneo, despertó tal entusiasmo entre su afición, que los cánticos y gritos de ole ya no pararon, más aún tras un disparo de Villaluz que se estrelló en el larguero. Lo deplorable en las tribunas ocurrió con una bronca en las filas de la barra Sangre Azul, con saldo de una mujer desmayada que debió recibir atención médica.

Christian Riveros fue expulsado al minuto 91 por tardía barrida sobre Horacio Peralta.

Enrique Meza, timonel cementero, dijo que su equipo hizo buen partido hasta el 2-0, pero se quejó de que después todos empezaron a querer hacer su gol, desaprovechando la mejor ubicación de un compañero; advirtió que deben mejorar para merecer estar en la liguilla y anunció que apelarán la expulsión de Riveros.

José Cruz admitió: Siendo sinceros, se ve difícil (la clasificación), pero no podemos tirar la toalla ni quedar anímicamente destruidos.