La Iglesia católica no puede ni debe condenar a las mujeres que optan por el aborto, porque en cuestiones morales no hay verdades absolutas ni dogmas de fe, y por ende debe prevalecer la libertad de conciencia, planteó Minerva Santamarina, coordinadora del área de jóvenes de Católicas por el Derecho a Decidir.

A partir del mediodía de ayer, integrantes de la Red Nacional Católica de Jóvenes por el Derecho a Decidir realizaron una jornada de brigadeo, en la cual repartieron mil 500 paquetes informativos a mujeres jóvenes, en los que se destacaban las bondades de contar en el Distrito Federal con una ley que respeta sus derechos reproductivos.

Durante dos horas, 30 jóvenes de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Veracruz, estado de México y Guerrero explicaron a transeúntes que, pese al retroceso legislativo concretado en 16 estados con la aprobación de cambios en las constituciones locales que penalizan el aborto, nada podrá borrar lo hecho en el Distrito Federal con la norma que permite la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación.

Sobre esto, Santamarina subrayó que el avance en materia de derechos sexuales y reproductivos en el Distrito Federal ha beneficiado a más de 30 mil mujeres.

No obstante lo anterior, lamentó que más iniciativas legales de retroceso estén en proceso de ser analizadas en los estados de México, Veracruz, Michoacán y Sinaloa. De lograrse los cambios, apuntó, 20 entidades penalizarían el aborto.

Confió en que dichos cambios serán desechados, y resaltó que la ley aprobada hace dos años en la capital del país no sólo ha protegido la vida y salud de las ciudadanas del DF, sino también de muchas que vienen del interior de la República y que al hacer uso de esta disposición han evitado irse al clandestinaje a interrumpir su embarazo.

Los integrantes de la red dialogaron con numerosas mujeres, a las cuales también se les explicó que la postura de la Iglesia católica sobre el aborto no siempre ha sido tan rígida. Les dijeron que, inclusive, antaño asumía que el embrión debía tener cierto número de días de gestación para tener alma y ser considerada persona.

Ahora los jerarcas católicos dicen que las mujeres que abortan deben ser excomulgadas, pero por ejemplo Santo Tomás y San Agustín no consideraban que esto implicara excomunión inmediata, sino que hablaban de penas aplicables según el tiempo en que se realizara la interrupción del embarazo, las cuales dependían de si el producto de la concepción tenía alma. Decían que, en el caso de los varones, el alma se instalaba a los 40 días de concebidos, y en las mujeres a los 80.

Expresó que la labor de la red no es orillar a las mujeres al aborto. Lo que queremos son conciencias informadas y respetamos la postura de la jerarquía católica, la cual sabe que cuando hay dudas en asuntos morales lo que debe prevalecer es la libertad de elección.