Guanajuato, 1º de noviembre. La explanada de la Alhóndiga de Granaditas fue el escenario de la revolución de sonidos producto de la fusión de la tuba, el acordeón y la tambora del colectivo Nortec, durante la clausura de la edición 37 del Festival Internacional Cervantino.

Miles de jóvenes gritaron y bailaron con la potencia electrónica de Bostich (Ramón Amezcua) y Fussible (Pepe Mogt), quienes se unieron a los ritmos de la Internacional Banda de Música del Estado de Zacatecas para interpretar la ya popular marcha zacatecana.

Desde que se escucharon las primeras notas de los músicos, los jóvenes comenzaron a bailar con la música electrónica fusionada con los ritmos norteños.

La composición musical de 80 músicos, más Bostich y Fussible, prendió a la juventud del Cervantino. La Alhóndiga fue de ellos. Fue la noche de Tijuana y Zacatecas en Guanajuato. Fue un concierto que rompió fronteras cuando el público comenzó a moverse al ritmo tecno-norteño.

Como en los viejos tiempos del Cervantino, los jóvenes llenaron las calles de esta ciudad. Con cobijas y mochilas llegaron desde la tarde del sábado, otros en la madrugada de este domingo, sólo para escuchar a Nortec.

Desde las 13 horas, el público empezó a instalarse cerca de la Alhóndiga, unos de plano se acostaban en el suelo para evitar que les quitaran su lugar. El operativo policiaco impidió cualquier desorden, aunque era imposible caminar por las calles de Guanajuato.

Los jóvenes con boleto comenzaron a entrar a la Alhóndiga. Sin embargo, cerca de las 20 horas, había interminables filas de aventureros y fieles seguidores que se conformaron con sólo escuchar de lejos los sonidos del colectivo Nortec, porque ya no pudieron llegar a la explanada.

El ánimo festivo del público hizo que la clausura del Cervantino fuera única. Miles sintieron y vibraron con esos sonidos del norte de México, esos ritmos que estallan en el corazón.

Al compás del sonido de la tuba y el acordeón, e hipnotizados por las luces multicolor, los jóvenes no dejaban de moverse.

El colectivo Nortec llevó a Guanajuato lo mejor de su producción Tijuana Sound Machine, con temas como Jacinto, Mi casita, Don Loope, Play box, Brown Bike, Tijuana makes me happy, Norteña del sur, Teno la voz y La Marcha de Zacatecas, entre otros. Los acordes del tecno-norteño se pudieron escuchar hasta altas horas de la noche, pues los asistentes no los dejaban ir.

Sin duda triunfó el entusiasmo y la alegría juvenil en el Festival Internacional Cervantino 2009, que con fuegos artificiales dijo adiós a sus invitados: Zacatecas y Quebec.