Gatopatismo legislativo
Todo quedó (casi) igual
PRI y PAN, pura finta
Izquierda
rutinaria
e alguna manera también está relacionado con lo gatuno, pero la adaptación mexicana de las fabulaciones lampedusianas es el patopardismo: Algo debe cambiar para que todo siga igual
, fue la consigna de los legisladores mexicanos que montaron todo un espectáculo de simulaciones para acabar haciéndose patos mediante la aprobación final de casi lo mismo que originalmente habían anunciado, aunque con vistosos simulacros de guerritas políticas y postreros reacomodos de posiciones partidistas en el tablero electoral 2012.
Patos pardos pero también gatos. A fin de cuentas, las carpas legislativas exhibieron las dotes serviles de las cúpulas de las bancadas principales (especialmente PAN y PRI), que acabaron beneficiando a los grandes capitales que preservaron en términos generales sus privilegios a pesar de las presuntas embestidas retóricas felipenses y los igualmente falsos amagos reformistas beltrónicos. En el 2010 cabalístico, México en crisis habrá de financiar con los sudores populares la operación de su estructura onerosa e ineficaz de presunta representación política y administración pública, mientras los grandes hacendados siguen beneficiándose con regímenes especiales y normatividad permisiva de elusiones fiscales.
En lo esencial, las reglas económicas de mantenimiento de un régimen injusto continuaron intactas, aunque en lo político (lo partidista, lo electoral) sí hubo algunos cambios que en la lógica del patopardismo acabarán significando simples escaramuzas para que todo siga igual, por ejemplo: lampedusiano (por la novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa), Felipe de ¡Jesús! hizo fintas de guerrilla clasista que terminaron en la nada pero alertaron a los capitanes de empresa
de los riesgos que para sus intereses entraña la inestabilidad emocional de quien de pronto parecía haberse convertido al pejismo militante. Felipeje tomó sólo unas horas esa caracterización que luego devino en nada garboso recular (al que recula se le llama... revisor de su propio discurso). Y los priístas. Bueno, los del partido de tres colores hicieron gala de colmillo jurásico (El gatopardo, de Lampedusa, cuenta las andanzas del Príncipe de Salina, don Fabrizio Corbera, y sus familiares, en la vida siciliana) y luego de embarcar al panismo-felipismo en el aumento de un punto porcentual al IVA aprovecharon ciertas declaraciones del presunto dirigente panista Chicharrín Nava para desmarcarse marrulleramente y agarrar la pata durante el asesinato de la vaca haciéndose los parcialmente abstencionistas y alegando que no les corresponde ningún tanto del pecado matancero.
Lo que genéricamente es llamado izquierda, simplemente cumplió con la parte oral del libreto acostumbrado, sin siquiera deschongarse en feas acciones físicas nada modernas, como las ahora proscritas tomas de tribuna. Los dos partidos dominantes (PRI&PAN) actuaron en estos días en San Lázaro y Xicoténcatl conforme a su visión de país y de poder, consolidando sus alianzas con los grandes empresarios que a la vez son grandes financistas subterráneos de sus campañas electorales y peleando con crudeza por sus posicionamientos electorales para 2012. Pero la izquierda
quedó en la marginalidad rutinaria porque no pudo desprender las difusas visiones electorales de ese mismo 2012 de su accionar en las cámaras. PRI y PAN hicieron lo correcto, conforme a sus intereses y visión, al honrar sus compromisos de elite y caminar con la vista puesta en las próximas elecciones. Pero la izquierda
no debe actuar de manera similar, privilegiando lo electoral por sobre las posibilidades de lucha, porque acaba, como sucedió ahora, convalidando los procesos dominados por los dos partidos finalmente aliados, y sin impulsar ni construir una oposición real, imaginativa, distinta, eficaz (queda una posibilidad procesal, legalista, la de impulsar una acción de inconstitucionalidad contra el proceso de aprobación del 16 por ciento de IVA, y amparos ciudadanos, porque ese incremento se dio sin que le antecediera una iniciativa del lic. Calderón, de los propios diputados federales y senadores o de algún congreso estatal, como indica la Constitución).
Pero, a fin de cuentas, el circo legislativo del gatopatismo lampedusiano dejó como saldo: la confirmación del carácter dominante de los grandes empresarios en los asuntos legislativos, la supeditación de las bancadas mayoritarias a esos intereses económicos de cúpula, la marginalidad y confusión del segmento llamado de izquierda
, la circunstancia expectante de una sociedad que fluctúa entre la abulia y la irritación pero sin vías organizadas para actuar y hacerse valer, la desesperación política y las debilidades de comportamiento del encargado de Los Pinos, y la insensibilidad de esas elites gobernantes al imponer a los mexicanos nuevas formas de saqueo, con graves riesgos de inestabilidad económica, deslizamientos cambiarios e inflación en términos impredecibles.
Astillas
¡Oh, y ahora ¿quién les creerá a los teletoneros que tanto se benefician con la deducibilidad fiscal caritativa?! ¿Qué campaña propagandística ingeniosa pondrán en marcha los organizadores de ese espectáculo de filantropía contable para que no les dañen las palabras calderónicas brevemente claridosas que hablaron de las ayudas
que los empresarios que rara vez pagan impuestos
dan a los mismos pobres que con sus elusiones y evasiones van generando?... El nuevo arreglo pripánico se dará en la elección del nuevo administrador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Ya se verá si, entre otros logros, el beltronismo es apoyado por el panismo fiscal a la hora de este otro impuesto... Y mientras las lluvias ponen en evidencia las fallas acumuladas de la estructura urbana del Distrito Federal y la parte adjunta del estado de México, agravadas por el abusivo y torpe cambio de operadores del servicio eléctrico, ¡hasta mañana, con Obama mencionando que nunca dijo (y nadie lo creyó así, ni se lo exige así) que el cambio iba a ser fácil!
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