ebe haber una legislación que prohíba a los medios de comunicación publicar anuncios que son evidentemente engañosos? De existir, el diario de mayor tiraje y lectura en España no publicaría a plana entera los milagros que esparce una pomada que la Iglesia católica bien podría calificar de milagrosa.

Se llama Somatoline Cosmetic y reduce en tan sólo dos semanas la grasa de la persona que se la aplica en ciertas partes del cuerpo. Sin esfuerzo ni molestia alguna, la pomada actúa mientras usted duerme. Por eso los fabricantes de este ungüento se refieren a él como el tratamiento reductor intensivo noche. Y ¿por qué hace su milagro únicamente cuando se duerme? Pues muy sencillo, porque aprovecha la excelente receptividad de la piel durante las horas nocturnas para su intensiva acción reductora. Y eso es posible gracias a que la pomada contiene BioUltraslim-complex, que actúa velozmente contra la grasa localizada y favorece la eliminación de los líquidos retenidos. El BioUltraslim-complex es un compuesto único, extraterrestre, pues no figura en ningún tratado de la industria farmacéutica.

La efectividad de esta pomada, que sus fabricantes ofrecen como una auténtica innovación y la venden en las farmacias de España, y seguramente de muchos otros países, se demostró en las pruebas clínico-instrumentales realizadas en 25 mujeres con adiposidad localizada en caderas y muslos. Pero, como advierten los fabricantes del ungüento en letras pequeñas, la reducción consiste en una acción cosmética de modelado que no implica pérdida de peso. Por supuesto, no explican en qué consiste esa acción cosmética de modelado.

Entre nosotros, los engaños están igualmente al día. En él están hasta quienes alguna vez atraparon la atención de millones, como Lucía Méndez, la otrora actriz de telenovelas y ahora empresaria. Luego de la transformación radical que sufrió su cuerpo gracias al bisturí, descubrió un producto que, asegura, transformó su persona: OxiVivir, complemento alimenticio que contiene 78 minerales. Lucía consiguió la patente para venderlo en México y el mundo de habla hispana. Según dice, conoció en Guadalajara al descubridor de ese producto: Míster Oxígeno, a quien le calculó 80 años, pero representa no más de 60. Su secreto para lucir joven: tomar durante 20 años oxígeno líquido.

Cuenta la ex actriz que se puso en contacto con especialistas de Estados Unidos que mejoraron la fórmula original con colágeno y minerales. Y resultó tan bueno que luego de tomar el nuevo brebaje se siente como una guerrera, física y emocionalmente.

La Unión Europea cada vez toma más medidas para evitar la fabricación y venta de productos engañosos que atentan contra la salud de las personas y su economía, pues no son baratos. Se trata de productos elaborados tanto fuera de Europa, especialmente en China, como en el interior. Aun así, siguen vendiéndose en el mercado informal, farmacias y centros comerciales.

En América Latina el campo de acción de quienes elaboran y venden fórmulas milagrosas es mucho más amplio, pues no hay una legislación que evite estafas y cuide la salud pública. Tampoco se prohíbe la publicidad engañosa en los medios, especialmente en la tele. En nuestro país las promesas oficiales de evitar tal tipo de publicidad y la fabricación y venta de productos nocivos caen en el vacío. Como allí se encuentran también las iniciativas para evitar la venta de comida chatarra, que hace daño, en escuelas, oficinas públicas y hasta en hospitales y centros de salud. Muchísimo menos existe una regulación para frenar el motor que mueve a la industria farmacéutica: el lucro. Hoy esa industria tiene a su servicio muchos médicos y centros hospitalarios. Sus campañas de publicidad directa o indirecta, sus estrategias de penetración en los sistemas de salud oficial y privada, en buena medida determinan el contenido de las políticas públicas en salud. Lo que ocurre con la vacuna contra la gripa A es buen ejemplo.

¿Habrá alguna pomada milagrosa contra la crisis, la inseguridad, el desempleo y la producción de pobres? Urge.