Sería imposible llevar a cabo proyectos de la magnitud de la línea 12 del Metro sólo con recursos locales, por lo que se requiere hacer causa común para pelear por más presupuesto federal, pidió el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, a los diputados locales al término de un recorrido de supervisión de los trabajos a la altura de la colonia Granjas Esmeralda, en la delegación Iztapalapa.

El mandatario recordó al grupo de legisladores, encabezados por las coordinadoras de los partidos del sol azteca, Alejandra Barrales, y Acción Nacional, Mariana Gómez del Campo, que el gobierno de la ciudad presentó a la Cámara de Diputados su proyecto de presupuesto por 15 mil millones de pesos para obras estratégicas que tienen que ver con el futuro de esta ciudad.

Si revisan el ritmo de expansión del Metro, México hizo un trabajo sobresaliente porque hace poquito más de 40 años se construyó lo que en países europeos, como Francia o Inglaterra, se tardaron un siglo. Sin embargo, durante mucho tiempo no se había podido reanudar la construcción de nuevas líneas por los costos, explicó.

Admitió que la construcción de la línea ha sido un verdadero dolor de cabeza y un reto mayúsculo el proyecto ejecutivo de esta obra, porque estamos en suelos blandos e inestables. Y aparte, en una zona sísmica. Entonces imagínense el reto de ingeniería.

El director del proyecto, Enrique Horcasitas, señaló que para continuar la construcción se requieren 8 mil millones y 500 millones adicionales para el anticipo por la adquisición de los trenes. El costo total asciende a 19 mil millones de pesos.

En entrevista, Gómez del Campo adelantó que propondrán la creación de una comisión de vigilancia de las obras la línea 12, para evitar que se desvíen recursos a campañas, como, aseguró, sucedió durante la construcción de los segundos pisos.

Al llegar a la zona de obras cada legislador recibió un chaleco y un casco con su nombre. Mientras esperaban al mandatario capitalino la panista auxilió con ligeros golpes a su homóloga perredista a ajustar el casco. Me van a sacar la verdad, bromeó Barrales.

El también panista Rafael Medina se quejó: no me han atendido como merezco, impaciente porque no le daban su casco. Y la perredista Karen Quiroga llegó con falda y tacones de aguja, pese a que había que bajar por una escalera improvisada.