El anuncio de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de solicitar un informe al Instituto Federal Electoral (IFE) e iniciar una verificación de la operación y el gasto del sistema de monitoreo realizado por este organismo fue considerado por consejeros electorales como una ruta positiva para esclarecer las dudas que existen. Arturo Sánchez y Virgilio Andrade coincidieron en que al mismo tiempo permitirá dejar en claro que las inversiones en infraestructura están justificadas.

Entrevistados sobre esta nueva auditoría –que se añade a la que inició recientemente la Contraloría General del IFE– destacaron que las críticas al Sistema de administración de tiempos del Estado se centran en una de las fases de las tareas que tiene el IFE para controlar la difusión de propaganda partidista. Sin embargo, se habla poco de que los 25 millones de dólares invertidos también se canalizaron a la adquisición de infraestructura para distribuir los promocionales de los partidos.

Sánchez manifestó que en términos generales el sistema ha operado adecuadamente y, en los casos en que se registraron errores –como en las elecciones de Sonora–, fueron corregidos, a partir de la detección que el propio monitoreo arrojó sobre inconsistencias en la asignación de la pauta de promocionales.

Consideró que eso mostró que el monitoreo del IFE estaba funcionando, como también se hizo en todas las sanciones que se aplicaron a los medios de comunicación por incumplimientos en la transmisión de las pautas, se basaron en los reportes del monitoreo.