La designación de Raúl Plascencia como próximo ombudsman nacional no resulta satisfactoria ni alentadora para la causa de los derechos humanos, señalaron defensores de las garantías fundamentales.

Édgar Cortez, secretario ejecutivo de la Red Todos los Derechos para Todos; Jacqueline L’Hoist, de la coalición Relevos 2009 –organismo que siguió el proceso de sucesión en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)–, y Luis Arriaga, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, aseveraron que Plascencia representa la continuidad de una década perdida en el organismo.

Cortez aseguró que será difícil que el nuevo titular de la CNDH realice un análisis crítico de su antecesor, sobre todo en el área de la transparencia y rendición de cuentas, ya que por 10 años Plascencia fue cercano colaborador de José Luis Soberanes (perteneció a la segunda y primera visitadurías).

El activista indicó que durante su trabajo en la gestión que está por concluir, el nuevo ombudsman nacional no se distinguió por ser una voz crítica dentro de la CNDH, por lo que creemos que tendrá la misma actuación; no vemos perspectiva de que haya un cambio en el rumbo.

Agregó que sólo con hechos Plascencia podrá demostrar que será un presidente de la CNDH distinto a su antecesor.

L’Hoist consideró que la designación del ex primer visitador del organismo nacional fue un ejercicio triste. Dijo que el nuevo titular de la CNDH no cumple con el perfil que hace unos días dio a conocer Relevos 2009, donde se asentaba la necesidad de elegir a una persona independiente, con trayectoria reconocida en la materia, que construyera puentes con las ONG, que presentara un programa que incluyera un diagnóstico de la situación actual de los derechos humanos en el país, cumpliendo con la idoneidad establecida los estándares internacionales, entre otras.

Luis Arriaga indicó que con la designación del nuevo titular, la CNDH tiene varios retos: atender la problemática actual de México; impulsar acciones para combatir y erradicar la pobreza y la desigualdad; acompañar la democratización de los medios informativos; revisar el sistema de procuración de justicia; pronunciarse en torno al fuero militar, las acciones contra la delincuencia organizada y los abusos del Ejército; ciudadanizar al organismo, entre otros.

En tanto, el Comité de Defensa Ciudadana (Codeci) calificó la designación como una mala decisión, pues expuso que Plascencia no ayudó en nada a resolver las quejas presentadas por campesinos y en particular de dicha agrupación que tiene más de 20 casos fundados presentados ante el organismo.

Catarino Torres Pereda, integrante del Codeci, expuso que Plascencia es títere de Soberanes, por lo que fungirá como tapadera de los errores que haya cometido su ex jefe en materia administrativa. En el rubro de derechos humanos no habría qué reportar pues ahí todo el pueblo sabe que no hizo nada.