La actividad económica del país en agosto, medida por el Indicador Coincidente, mostró una caída de 1.4 por ciento en relación con julio, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esto después de que el jueves pasado el presidente Felipe Calderón declaró el fin de la recesión.

Esta caída fue mayor a la que anticipaba el mercado de 1.2 por ciento. El retroceso de debió al desempeño desfavorable en cuatro de sus cinco componentes durante el mes: la tasa de ocupación parcial y desocupación, el índice de la actividad económica mensual, la ventas al menudeo y la actividad industrial.

Por su parte, el Indicador Adelantado observó un incremento mensual en agosto de apenas 0.2 por ciento, como consecuencia de la evolución positiva, con respecto al mes anterior, del precio del petróleo de exportación, del índice de la Bolsa Mexicana de Valores en términos reales, del tipo de cambio real y de la tasa de interés interbancaria de equilibrio al mostrar las dos últimas un decrecimiento en dicho mes.

Para el especialista del grupo financiero Banamex, Eduardo González, la moderación en el ritmo de incremento mensual del indicador parece apuntar a cierta fragilidad en el ritmo de recuperación, aun cuando tomemos en cuenta que este indicador no establece un pronóstico sobre la magnitud del crecimiento económico.