Cenizas de personas, ataúdes o tablas de surfing, entre lo hallado
Viajeros mexicanos, los que extravían más objetos, señala informe
Domingo 8 de noviembre de 2009, p. 34
En los lugares menos pensados del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) los pasajeros cotidianamente extravían maletas u otras pertenencias. Cenizas de personas o animales, utensilios de brujería, carreolas, sillas de bebé para automóvil y hasta ataúdes, forman parte del listado de artículos insólitos
que han quedado registrados en la oficina de Objetos Olvidados y Retenidos del inmueble federal.
Menos de 50 por ciento de los artículos resguardados son reclamados por sus propietarios –previo trámite– y los que nadie solicita, en un lapso de 60 días, son entregados a la delegación Venustiano Carranza que los dona a alguna institución.
Los objetos perdidos o retenidos comienzan su travesía por oficinas del aeropuerto capitalino en cuanto son encontrados o reportados por algún agente de seguridad. Personal de vigilancia, identificado por sus compañeros como experimentados en hallazgos
, aseguran que los viajeros que usualmente dejan alguna pertenencia lo hacen en sanitarios, bancas y comedores, espacios todos ellos de visita obligatoria
.
Un diagnóstico del aeropuerto detalla que los turistas mexicanos son quienes más acuden a las oficinas de objetos olvidados o la 102 –según la terminal del AICM– para reclamar artículos perdidos o la devolución de aquellos que son retenidos por autoridades en los filtros de seguridad por representar –luego de los atentados en Estados Unidos en septiembre de 2001– un riesgo para la integridad de los viajeros.
En menor medida acuden por sus pertenencias ciudadanos estadunidenses, argentinos, franceses, cubanos, venezolanos, alemanes y españoles.
Personal de seguridad afirma que es en los periodos vacacionales cuando llegan más artículos olvidados o retenidos y proceden principalmente de los filtros de seguridad, salas de última espera, baños y teléfonos públicos, áreas de comida, cajeros automáticos y locales comerciales.
Las cajas donde son depositados los artículos olvidados se apilan en dos oficinas, atendidas por cuatro personas, quienes afirman que diariamente clasifican y depuran cientos de éstos.
Según un listado proporcionado por el aeropuerto capitalino, entre los objetos más extraviados o recogidos destacan llaveros, documentos (credenciales de elector, pasaportes, licencias de automovilista y tarjetas bancarias), ropa, accesorios, celulares, lentes y maletas, así como libros, plumas, cinturones, gorras y sombreros.
Entre lo inusual se encuentran recipientes con líquidos con preparados desconocidos
, cascos, tablas de surfing, artículos deportivos y de entretenimiento.