Cuarto lugar de índice de morbilidad y decimoctava causa de mortalidad en el país
Jesús Arrieta y María Elena Sánchez, autores del proyecto que desarrollan en el IPN, se pronunciaron por que los productos herbolarios tengan protocolo científico para su uso
Jueves 12 de noviembre de 2009, p. 2
Con el propósito de contribuir a dar sustento científico al conocimiento tradicional en materia de herbolaria, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) evalúan la acción protectora de plantas medicinales utilizadas por la población para el tratamiento de úlceras gástricas.
El proyecto lo realizan los doctores en ciencias Jesús Arrieta Valencia y María Elena Sánchez Mendoza, de la Escuela Superior de Medicina (ESM), quienes se pronunciaron por que los productos herbolarios utilizados por la población mexicana tengan un protocolo de investigación científica que avale su uso, a fin de evitar que se les atribuyan propiedades medicinales que no les corresponden.
Arrieta Valencia destacó que en México es cada vez mayor el número de personas que tienen úlceras gástricas, padecimiento cuyo índice de morbilidad ocupa el cuarto lugar y es la decimoctava causa de mortalidad a escala nacional.
Tomando como base los altos índices del padecimiento, nos interesamos por evaluar cuatro plantas utilizadas para tratar esta enfermedad, dos provenientes de la Huasteca hidalguense, una de Morelos y otra más del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca
, apuntó.
El especialista resaltó que hasta el momento han comprobado que dos de las plantas tienen una actividad protectora de ciento por ciento, otra de 85 y la última de 70 por ciento, por lo que continuarán los estudios en el modelo animal, con la finalidad de aislar y caracterizar los principios activos.
Detalló que para probar la eficacia de las plantas se efectúa un estudio biodirigido, que consiste en la preparación de extractos utilizando disolventes de diferente polaridad, los que posteriormente se evalúan en el modelo biológico para identificar el extracto de mayor actividad. Después, el extracto se fracciona mediante una técnica denominada cromatografía en columna, con el propósito de obtener la o las fracciones activas
, precisó.
El científico explicó que una vez purificados los principios activos, se administran a las ratas wistar y se les producen lesiones gástricas con etanol; finalmente se
Ideal, generarlos en el laboratorio
El doctor Arrieta comentó que después de identificar los principios activos, el paso ideal sería tratar de sintetizarlos químicamente, para generarlos en el laboratorio sin necesidad de extraerlos de las plantas. Si los costos son bajos y químicamente es posible hacerlo, optaríamos por la síntesis de los compuestos.
Sánchez Mendoza mencionó que el conocimiento tradicional tiene sus ventajas, porque los curanderos o los pobladores de las regiones que utilizan las plantas dan una referencia de los usos, lo cual es el punto de partida para las investigaciones. Hemos encontrado que una misma planta la utilizan para distintos padecimientos, por lo que realizamos pruebas en diferentes modelos biológicos, con la finalidad de sustentar científicamente sus efectos.
La investigadora de la ESM subrayó que aunque el proceso de evaluación parece sencillo, conlleva otros complicados y meticulosos, pues además se tendría que demostrar que las plantas, extractos o los principios activos no sean tóxicos, con la finalidad de garantizar su uso.
Destacaron que además de dar sustento científico al conocimiento tradicional, es indispensable que se impulse la regulación en torno de la comercialización de productos elaborados a partir de plantas, toda vez que se promueven indiscriminadamente beneficios que no están comprobados científicamente, por lo que en muchas ocasiones, lejos de causar un beneficio, pueden perjudicar la salud.