Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo, su opera prima, se estrenará mañana
Jueves 12 de noviembre de 2009, p. 8
Después de haber participado en una cuarentena de festivales internacionales, en los que cosechó 22 premios, se estrena mañana con siete copias Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo, dirigida por la joven Yulene Olaizola, quien en entrevista con La Jornada dijo: “Es una película que acerca de forma íntima a los personajes, lo cual, creo, es algo que no muchas veces se obtiene de una cinta, y eso hace que el público se conmueva; además, la historia tiene varias sorpresas y su lado de thriller, que es entretenido. Ese acercamiento franco propicia identificación”.
El documental es una semblanza profunda de dos personajes solitarios entrelazados fuertemente y de manera extraña. Uno le cuenta al otro, y a la vez cuestiona el límite entre la cordura y la locura para situarse en el umbral de la incertidumbre, justo donde la sospecha inaugura el temor por lo desconocido.
Sin pensar en estándares comerciales
Acerca del título, señaló: “Puede asustar, pero cuando lo elegí no pensaba en estándares comerciales ni si iba a asustar a la gente para entrar a verla. Realmente el título proviene del libro homónimo que escribió mi abuela, protagonista de la cinta, en el cual narra anécdotas que sucedieron en su casa de huéspedes. El último capítulo lo dedica a esta historia que yo documento en la película; me pareció que era bueno y lo retomé. Seguramente habrá gente que verá Shakespeare y dirá ‘qué güeva’, pero no me preocupa eso. Me parece original y cuando se ve la película se le encuentra mucho sentido y convence”.
Considera que el estreno de su cinta en México provocará una reacción positiva en el público. Cuando la gente entra a verla sin ninguna idea de qué verá y esperando algo malo, porque en México el cine no está del todo bien colocado con el grueso del público, sale sorprendida, pero sobre todo conmovida. Incluso quienes no saben la diferencia entre documental y ficción, que no eligen una cinta rigiéndose por esos parámetros.
Comentó: Mi abuela ya la vio y quedó satisfecha. Lo que más le sorprendió es que el público de diversas nacionalidades la haya recibido de muy buena forma, tanto que ahora la vienen a saludar personas de diversas partes y ha recibido llamadas de algunos extranjeros que fueron sus inquilinos
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Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo empieza cuando la protagonista se levanta y concluye cuando se va a dormir. Olaizola comentó: “Creo que la mayoría de los documentales no cuidan mucho la estructura; brincan aleatoriamente de un lugar del mundo a otro. En este sentido tenía la idea de ir descubriendo los espacios, como en una película de ficción.
“La idea es que el espectador sienta que va de visita a casa de mi abuela, que llega a desayunar y se retira en la noche. Compartir con ella todo un día: verla maquillándose, comiendo... Que el público tenga la misma experiencia que yo cuando la visito; quise que tuviera esa aproximación con el lugar.
Para filmar las secuencias en las que se levanta y se acuesta, me desperté temprano y me metí en su habitación sin que se diera cuenta. En la noche usé una luz tenue para que no se despertara y poder filmarla. Durante la realización de la película me quedé en su casa para aprovechar esos momentos.
Al reflexionar sobre los galardones que ha recibido su trabajo, con mención especial Horizontes Latinos en el Festival Donostia San Sebastián, y el premio especial del jurado del 30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, entre otros, la realizadora señaló: Pienso que cuando a las pequeñas historias se les da algún toque autoral es más fácil que la gente se identifique con ellas, porque finalmente todos compartimos las mismas preocupaciones, dolores, etcétera... en todas las casas hay historias extrañas, no de universos lejanos, sino de algo palpable que es el ser humano y de las cosas locas y extrañas que hace en determinadas situaciones...
La cinta sirvió para que Olaizola se graduara del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).