Zacatecas, Zac., 11 de noviembre. Los 45 policías del municipio de Ojocaliente fueron detenidos y arraigados por su presunta responsabilidad en los asesinatos de dos policías estatales de Aguascalientes.

Los 45 uniformados –incluidos Oswaldo Cordero Tiscareño, director de seguridad pública, y tres comandantes– son sospechosos del homicidio de los hermanos Rafael y Antonio Zavala Proa, a quienes se halló muertos el martes, atados de pies y manos y con tiros de gracia dentro de un automóvil abandonado en el municipio de Jesús María, Aguascalientes.

Según las primeras investigaciones, los hermanos Zavala Proa, originarios de Ojocaliente, visitaron esta demarcación el martes –su día de descanso– y se presentaron en la dirección de seguridad pública municipal para arreglar un presunto problema administrativo derivado de un accidente vehicular.

Familiares y amigos de los dos policías de Aguascalientes coincidieron en que habrían sido levantados en las instalaciones de esa dependencia. La tarde del mismo martes, sus cuerpos fueron localizados en un automóvil Jetta azul, en la colonia Las Margaritas, municipio de Jesús María.

Unos 300 elementos del Ejército Mexicano, así como policías estatales y ministeriales de Zacatecas, detuvieron a los 45 agentes de Ojocaliente, quienes quedaron arraigados en el albergue del Instituto del Deporte, en la Villa Olímpica de la ciudad de Zacatecas.

Desde la noche del martes, decenas de policías estatales vigilan Ojocaliente.