Acudió al estreno del documental Pecados de mi padre en el Festival de Mar del Plata
Hace 16 años vivo horas extras: hijo de Pablo Escobar, líder del cártel de Medellín
La cinta es un genuino mensaje de paz
, afirmó quien tenía 16 años cuando murió su progenitor
Viernes 13 de noviembre de 2009, p. 9
Mar del Plata, 12 de noviembre. Juan Pablo Escobar, hijo de quien fue el líder del cártel de Medellín, Pablo Escobar, afirmó en entrevista que no teme a quienes fueron los enemigos de su padre ahora que decidió dar la cara en el documental Pecados de mi padre, que se estrenó en el Festival de Mar del Plata.
“Los problemas con (el cártel de Cali) quedaron en el pasado. Nos han hecho muchos otros cientos de atentados en la vida. No caímos en ninguno porque Dios así no lo quiso. Estamos haciendo lo mejor que podemos con esta historia”, dijo Juan Pablo Escobar, de 32 años, quien vive en Buenos Aires con el nombre de Sebastián Marroquín, poco antes del estreno mundial de la cinta en el festival, al cual asistió personalmente.
Pecados de mi padre, del argentino Nicolás Entel, logró reunir al hijo del zar de la cocaína Pablo Escobar, abatido en diciembre de 1993, con los hijos de dos de sus principales víctimas, los fundadores del movimiento Nuevo Liberalismo colombiano.
Uno de ellos era el candidato presidencial Luis Carlos Galán, quien era favorito para ganar las elecciones de 1990, y el otro Rodrigo Lara Bonilla, primera persona en denunciar públicamente a Escobar y ministro de Justicia del gobierno de Belisario Betancur.
Ambos fueron asesinados por encargo del líder narco.
Apostamos a reconstruir, no a destruir ni a generar más violencia. Confiamos en que la sociedad comprenderá que esto es un genuino y sincero mensaje de paz. Ésa es la intención. La paz nos trasciende como personas, nos importa más que nuestra seguridad. Tengo 32 años y hace 16 años que vivo horas extras
, señaló Marroquín, quien tenía 16 años cuando murió su padre.
De esta forma, el hijo varón de Escobar, quien emigró a Buenos Aires en 1995 junto con su madre, María Isabel Santos, y su hermana, Manuela, parece estar definitivamente alejado de aquella frase que pronunció de adolescente a un telediario, cuando se enteró de la muerte de su padre: Yo mismo voy a matar a todos esos hijos de puta, malparidos
.
El perdón es el comienzo de un proceso de liberación del ser humano. Mi esposa me ha marcado a lo largo de esta búsqueda; el odio nos ata al pasado, y al victimario también. Se perpetua el dolor infinitamente y nos enfermamos de violencia. Yo no quiero estar ahí.