Sábado 14 de noviembre de 2009, p. 5
Luego de haber sido colgada de cables de acero en 2006, durante la controvertida inauguración de la también controvertida Megabiblioteca Vasconcelos, ayer viernes, a las 13:45 horas, fue desmontada la primera de las dos aletas del esqueleto de la ballena gris, intervenido
con líneas de grafito por el artista plástico Gabriel Orozco.
Con ello comenzó el desarmado y embalado de esa pieza, denominada Mátrix móvil, la cual viajará el viernes de la próxima semana a Nueva York, vía aérea y dividida en seis partes, para ser rearmada y exhibida dentro de la retrospectiva de Orozco que organiza el Museum of Modern Art (MoMA), a partir del 8 de diciembre y hasta marzo de 2010.
Ese recuento de 20 años de trabajo del artista plástico es, al parecer, la segunda exposición individual de un creador mexicano en el MoMA, luego de la organizada al pintor y muralista Diego Rivera en la década de los 30 del siglo XX.
La pieza está valuada en 3 millones de pesos y todos los gastos del traslado, incluidos los seguros e ingresos de especialistas, trabajadores y funcionarios corren a cargo del museo neoyorquino –el solicitante–, como suele suceder con los préstamos de una institución a otra y según los convenios internacionales.
Pieza patrimonio de la nación
En el caso de Mátrix móvil, la Biblioteca Vasconcelos y la Dirección General de Bibliotecas dieron en comodato la obra a la Coordinación Nacional de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), y ésta es la responsable de los aspectos legales, administrativos y operativos del préstamo al MoMA, pues la pieza es patrimonio de la nación.
Así lo señalaron ayer el curador Marco Barrera, designado por Gabriel Orozco para esta tarea, y Magdalena Zavala, titular de esa coordinación del INBA, en una charla con periodistas durante el comienzo del desarmado y empaque de la pieza, cuya planeación lleva tres meses.
El esqueleto de la ballena gris, que regresará a la Vasconcelos entre finales de marzo y principios de abril de 2010, fue hallado en Isla Arena, Baja California Sur, en febrero de 2006.
Las partes del esqueleto se rearticularon por una estructura de metal, está compuesto de 169 huesos, mide unos 11 metros de largo y pesa mil 169 kilos.
La intervención de Orozco consistió en círculos y curvas de grafito sobre la osamenta para representar, según información del INBA, el movimiento y sonido que producen las ballenas
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