En América Latina y el Caribe la falta de inversión en infraestructura para sanear el agua ha ocasionado que mueran 38 mil niños al año por enfermedades intestinales fácilmente prevenibles, manifestó el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, quien consideró que para subsanar esa situación las autoridades de la zona deben arriesgarse e invertir en el rubro.

Sostuvo: hay muchas autoridades que no quieren arriesgarse a retomar esos servicios porque temen a la reacción de grupos que utilizan el agua para impulsar sus diferentes anhelos políticos.

Se trata, resaltó, de un dilema de “control privado versus control público” que enfrentan gobiernos y autoridades locales y que el BID no comparte, porque desde hace medio siglo trabaja con operadores de saneamiento. Hemos comprendido que el éxito de ese sector no es de una tendencia ideológica o de un modelo particular de elección, comentó.

Durante su participación en el primer congreso de la Asociación Internacional del Agua expuso que, debido a la ineficacia que en algunas regiones persiste en la distribución del líquido, 70 por ciento de la gente termina pagando el agua potable que consume embotellada.

A su vez, el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, afirmó que en la actual administración estamos empeñados en apoyar al máximo la participación pública y privada en materia de saneamiento y mejoramiento de los organismos operadores. Realmente el capital privado nos garantiza seguridad en la inversión y calidad en la operación.

En su participación justificó que por esa razón el gobierno de Felipe Calderón incorporó a la iniciativa privada en el Fondo Nacional de Infraestructura –“formado principalmente por la venta de aeropuertos y carreteras, que tradicionalmente se empleaba para proyectos de energía, infraestructura, transportes y comunicaciones–, con el fin de que participe en concursos para proyectos de inversión hidráulica”.

Dijo que los principales proyectos de gran visión que se realizan son precisamente de inversión pública y privada en materia de infraestructura hídrica en el país, como la construcción de las presas Realito, que incluye planta potabilizadora, sistema de bombeo, acueductos y modernización de la red y eficiencia del Organismo Operador de Aguas de San Luis Potosí; la Acuerdos II, de Querétaro, que dotará del líquido a la zona metropolitana de la entidad, y la Zapotillo, que abastecerá a León, Guanajuato, y el área metropolitana de Guadalajara.

Adelantó que en breve se anunciará qué empresa ganó la licitación para edificar la planta de tratamiento de aguas residuales de Atotonilco, la más grande de América Latina.