Momentos esquizoides en la discusión del presupuesto
Estuvo en riesgo la línea 12 del Metro
a complicación financiera del Gobierno del Distrito Federal frente al magro presupuesto que le otorgó la Cámara de Diputados puso en riesgo de retrasar, tal vez por tiempo indefinido, la construcción y operación de lo que hasta ahora se consideraba la obra pública más importante del sexenio en todo el país: la línea 12 del Metro.
De cualquier forma entre los amarillos, o una parte de ellos, el apoyo al proyecto de gasto que impuso el PRI estaba decidido, y así lo dejó en claro el diputado Vidal Llerena, quien en la madrugada del martes subió a la tribuna a detallar el horror que significaba lo que desde el PRI se diseñó, y no obstante, manso, domeñado, trató de explicar, también, que su voto iría en favor de lo que el priísmo imponía.
En los corredores del Gobierno del DF se aseguraba que el voto en favor era producto del chantaje a que se sometió a los amarillos, y que incluso se les dijo que el recorte al presupuesto podría ser mayor, por lo que se prefirió tomar lo que había, y no jugar al radicalismo que, según se comentó, no cambiaría nada.
El caos que derivó en lo que hasta ahora es el presupuesto del gasto público para el próximo año tuvo en todos momentos rasgos esquizoides. Entre la noche y la madrugada en la que se aprobó tal cosa se conjugaron una serie de situaciones dignas de algo más que un anecdotario.
Como nunca se le había visto
, un destacado miembro del darkside del PRD, llegó hasta la curul de Alejandro Encinas, el coordinador parlamentario de ese partido, para exigirle que los amarillos votaran en bloque por la propuesta del PAN.
Lo presionó a su estilo: hay siete mil millones de pesos más para el Gobierno del DF, aseguran que dijo quienes estaban presentes, pero para un grupo de perredistas, incluido Encinas, el dictamen sobre el gasto público que se discutía entre los diputados tenía un destino: sería rechazado.
Entre esos militantes se decía que antes de apoyar el compromiso de los diputados de Nueva Izquierda con los panistas estaba, en tal caso, el trabajo que perredistas y priístas habían hecho en favor del Sindicato Mexicano de Electricistas, y que parecía obligarlos a ir con los del PRI y su proyecto.
Entonces sucedió lo que tanto se esperaba. el mismo personaje lo señaló sin más: aquí hay dos perredés, dos partidos, y esto ya hay que hacerlo oficial, no se puede seguir así, tronó el diputado que en ese momento decidió revelar lo que no se tratará en la farsa que se monta en el mismo PRD al cobijo de la idea de su refundación.
Total, el gasto para el DF será mucho menor al que planeaban las autoridades, y proyectos como el del Metro, el de las videocámaras y otros sufrirán retrasos, o bien serán cancelados. Uno de ellos, que parecía tener mucha importancia para las autoridades federales, era el del Bordo Poniente, que muy probablemente será desechado.
Y además, se cuenta que en el presupuesto para el DF hubo, desde luego, un interés político que pretende impedir que al final del sexenio, como se tenía programado, Marcelo Ebrard inaugure las línea 12 del Metro, aunque tal vez eso, la idea fija del jefe de Gobierno de dotar a la capital de esa forma de transporte, sea lo que lo impulse a conseguir los recursos necesarios para terminar esa obra.
Las comparaciones son odiosas, pero esta vez vale la pena marcar las diferencias. Para este año que termina el Gobierno del DF recibió 8 mil 732 millones de pesos, para el que viene sólo tendrá 4 mil 630, y se dice que la cosa pudo haber sido peor. ¿De qué se trata?
De pasadita
Ante la crisis financiera que se avecina en la capital, y que sin duda golpeará los programas, por ejemplo delegacionales, se empieza a gestar la idea, entre quienes encabezan las demarcaciones, de hacer un frente que exija que se les dote de recursos económicos suficientes para cumplir, aunque sea en las partes fundamentales, con lo que se ha prometido a la población. ¿Será?