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La autoridad del gobierno, cada vez más disminuida por la corrupción y el descrédito de políticos

México, país sumamente desigual como resultado del neoliberalismo: Cárdenas

Poco o nada hay que festejar por la Independencia o la Revolución, pero sí mucho que conmemorar, dice

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Integrantes de la Barra Nacional de Abogados y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en el desayuno de unidad convocado por el organismoFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Jueves 19 de noviembre de 2009, p. 12

Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano señaló que México es hoy un país sumamente desigual, con pobreza creciente y una economía estancada como consecuencia de 30 años de neoliberalismo, así como con fuerte descrédito de sus políticos, un gobierno distante del pueblo y con su autoridad moral cada vez más disminuida por la corrupción, y una delincuencia cada vez más desbordada.

Al participar como orador principal en el desayuno de unidad convocado por la Barra Nacional de Abogados, el ex candidato presidencial consideró que en la actual situación es indispensable que el Estado asigne más recursos y tome medidas concretas para la reactivación de la economía, la protección del empleo existente y la creación de nuevos puestos de trabajo. Esto es, para elevar las condiciones de bienestar de la gente y para estimular la producción, la economía real.

Sostuvo que dada la situación nacional, poco o nada hay que festejar por el bicentario del inicio de la Independencia y el centenario del inicio de la Revolución Mexicana, pero sí mucho que conmemorar. Mucha memoria qué hacer para revisar cuáles de sus objetivos se han cumplido y cuáles tenemos aún como pendientes.

Resaltó que decisiones contrarias a las que provocaron grandes transformaciones en el país nos llevaron a puntos ciegos: al estancamiento, a la destrucción al menos parcial de su obra constructiva, repitiendo, con las peculiaridades derivadas de los cambios de época y los reacomodos de fuerzas políticas y económicas en México y en el mundo, las condiciones de descrédito y rechazo al régimen político. Lo mismo: deterioro social y retroceso productivo, que fueron las chispas que en su momento constituyeron los detonadores de aquellos movimientos.

Con ello no quiero decir –aclaró el líder perredista– que nos encontremos al borde de un estallido, y menos en un sentido determinista que por la llegada de una fecha deban producirse hechos determinados, pero estaremos de acuerdo –insistió– en que México se encuentra en momentos graves, en los que precisa cambios profundos en sus condiciones sociales y económicas, en sus instituciones y en sus relaciones con el mundo, que mucho tienen que ver con aspiraciones planteadas por nuestros grandes movimientos sociales y que han quedado en eso: en aspiraciones, y para decirlo mejor, en aspiraciones no cumplidas.

Cárdenas recordó que el gobierno reconoce a 47 por ciento de los mexicanos sin ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, y de éstos, 18 por ciento, casi 20 millones, incapacitados para adquirir la canasta alimentaria básica. Y en lo que va de la presente administración –resaltó– 6 millones más de mexicanos en condiciones de pobreza.

Destacó la desigualdad social prevaleciente y la pérdida de casi un millón de empleos formales y una desocupación que oficialmente afecta a 2 millones 800 mil personas, pero los números pueden ser mayores, advirtió.

El Inegi –dijo– no considera a quienes se incorporan a la economía informal, a quienes laboran unas cuantas horas a la semana, ni a los 6 y medio millones de personas en edad de trabajar que no buscan empleo. Si se suma este universo al de los jóvenes que llegan a la edad laboral, pero carecen de ocupación, el total de mexicanos sin empleo anda cerca de los 20 millones, aseguró.