El estudiante Orlando Suárez Flores sufrió un paro cardiaco mientras jugaba en una cancha del Centro de Estudios de Bachillerato, Industrial, Tecnológico y de Servicios (CBTIS) 168 de Aguascalientes; sin embargo, en el teléfono 066 no atendieron dos llamadas de auxilio, los profesores creyeron que bromeaba y la Cruz Roja se presentó sin equipo de oxígeno.

Armando Rodríguez Valdivia, director del plantel ubicado en la capital aguascalentense, dijo que el joven de 18 años jugaba solo en la cancha de volibol cuando se desvaneció y convulsionó. Al verlo caer, otros alumnos dieron aviso y bajó un profesor a darle primeros auxilios.

Los estudiantes llamaron al 066 pero los operadores que tomaron el reporte creyeron que se trataba de una broma o una falsa alarma y no enviaron ayuda. Los profesores al principio supusieron que Suárez Flores fingía, pero al ver la gravedad del caso llamaron al mismo número sin resultado alguno, y la Cruz Roja –avisada desde el primer momento– tardó en llegar unos 15 minutos.

Empero, la ambulancia que acudió carecía de oxígeno, y los socorristas levantaron al alumno y se lo llevaron sin sirena. Finalmente se informó de su fallecimiento en la clínica del ISSSTE, donde los médicos ya no pudieron reanimarlo, dijo el director.

En Mérida, Yucatán, otro alumno preparatoriano de 16 años debió ser hospitalizado, luego de que su profesor de educación física le impusiera como castigo hacer 200 sentadillas y correr dos vueltas a la pista de mil metros de la unidad deportiva Kukulcán, tras lo cual tuvo contractura muscular, derrame de ácidos corporales, elevación de enzimas y deshidratación.

El caso ameritó la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del estado (Codhey), luego de que la madre del estudiante Jonathan Vargas Acosta interpusiera un recurso de queja contra el profesor Miguel Canul Sansores, por imponer a su hijo un castigo brutal, consistente en ejercicios desaconsejables para un adolescente sin adecuada condición física.

Aunque el instructor se justificó en que el alumno fue incapaz de completar las rutinas de calentamiento, la Codhey solicitó su separación del cargo.