Fuentes de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Guerrero, confirmaron al cien por ciento que dos mujeres que declararon en el Ministerio Público de Coyuca de Catalán sobre la muerte de Omar Guerrero Solís, comandante Ramiro del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), dijeron que Cayetano Alvarado, un supuesto pistolero apodado El Cuche Blanco, fue quien lo ejecutó de cuatro balazos de AK-47.

Explicaron que Sabina Alvarado Palacios, hermana de Cayetano Alvarado, y Felipa Santana Rodríguez, hermana de Pascuala Santana y presunta suegra del comandante Ramiro, acudieron a declarar como testigos.

Ellas confirmaron que Cayetano Alvarado asesinó a quemarropa a Ramiro luego de una discusión, e incluso cuando sacó su AK-47 le alcanzó a decir a Omar Guerrero: “así se tira con el cuerno de chivo”, y le disparó cuatro veces.

La fuente no dio más detalles del presunto homicidio que habría ocurrido en la comunidad de Palos Grandes ni del entierro de Ramiro en una tumba clandestina en el patio de una casa de esa comunidad ubicada en la sierra del municipio de Ajuchitlán del Progreso.

La procuraduría dijo oficialmente que ninguna persona ha acudido a reclamar el cuerpo de Omar Guerrero y en términos legales se tiene un plazo de 10 días para hacerlo, pero que en situaciones relevantes como esta queda a juicio del procurador o del gobernador proceder y eso podría ser en el caso de Ramiro.

Hoy, sin embargo, la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG) anunció que reclamará al Servicio Médico Forense el cuerpo de Guerrero Solís, luego que la PGJ confirmó la noche del viernes que el cuerpo exhumado en Palos Grandes correspondía a dirigente militar del ERPI.

Nicolás Chávez Adame, dirigente de la APPG, dijo que representantes de las organizaciones que la integran (más de 30) se reunieron este día y acordaron solicitar a la PGJ el cuerpo en una actitud solidaria y porque es nuestro deber como luchadores sociales.

En Cuernavaca, la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos lamentó la ejecución del comandante Ramiro y exigió a las autoridades federales aclarar su muerte.

José Martínez Cruz, vocero de la comisión, calificó de abominable la versión oficial de que resultó muerto en un enfrentamiento con otros grupos delincuenciales de Tierra Caliente, cuando esa región del estado ha estado militarizada, precisamente, en busca de ese guerrillero y de los demás integrantes del ERPI.