El sector privado también es responsable, como el gobierno federal, de que México se retrase en recuperarse de la crisis económica, porque no tienen una empresarialidad realmente efectiva como la que prevalece en otros países como Estados Unidos y Brasil, donde los hombres de negocios colaboran con las medidas anticíclicas de las autoridades, señaló Benjamín García Páez, coordinador del programa de posgrado en economía de la UNAM.

En la naturaleza de los empresarios mexicanos, explicó, persiste una adhesión al paternalismo porque esperan que el gobierno resuelva todo en lugar de emprender proyectos de largo plazo, carecen de solidaridad y se apegan a inversiones especulativas que les rindan ganancias de inmediato.

También criticó que el gobierno de Felipe Calderón ansíe el rebote industrial de Estados Unidos para reactivar la economía nacional, lo cual resulta gravísimo porque está comprobado que el crecimiento no es un problema espontáneo o natural, sino un esfuerzo lento y gradual encabezado por las autoridades.

En tanto, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) rechazó que el país haya superado la recesión económica a pesar de que durante el tercer trimestre del año el PIB y el sector industrial mostraron signos de recuperación. Entre las actividades industriales que no se han recuperado, Concamin mencionó la producción de equipo de transporte, industrias metálicas básicas, equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos.

La incertidumbre sobre cuándo el país volverá al crecimiento perdido se agudiza porque a nivel interno carecemos de motores para detonar la economía y el gobierno sólo espera que la locomotora del sector manufacturero estadunidense comience a jalarnos de nuevo, dijo García Páez.

Aseguró que existe una combinación perversa entre el presidente Calderón y sus secretarios, que se empeñaron en negar la crisis, y los empresarios del país, que no se embarcan en proyectos a largo plazo.