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El ex Soda Stereo interpretó todas las canciones de su más reciente producción, Fuerza natural

Gustavo Cerati ejecutó pulcramente 24 episodios musicales en el Auditorio Nacional
Foto
Salió enfundado en un traje de charro posmodernoFoto Yazmín Ortega
 
Periódico La Jornada
Jueves 26 de noviembre de 2009, p. 9

Portando un antifaz y enfundado en un traje de charro posmoderno, Gustavo Cerati llevó a un nivel superlativo la fuerza natural de su música y la pleitesía que le rindió el público, 10 mil asistentes en el Auditorio Nacional que lo recibieron de pie para festejarle cada movimiento, cada estrofa, cada compás, cada palabra, cada gesto ad infinitum. El concierto, ofrecido el pasado martes, constó de 24 episodios musicales pulcramente ejecutados, finamente elaborados y oportunamente coreografiados.

El concierto del ex Soda Stereo estuvo dividido en dos partes: primero interpretó todas las canciones de su nuevo disco, Fuerza natural, y después tocó canciones de aquí y allá, según dijo, para demostrar a sus seguidores mexicanos nostálgicos por qué es uno de los músicos latinos más influyentes de su género, al abarrotar el Auditorio Nacional, que al principio lucía a medias, pero cuando se dio la tercera llamada era un pandemónium.

En un escenario sencillo, con un juego de luces bien armado, el músico inició el recital con Fuerza natural, que da nombre a su más reciente producción discográfica como solista.

Deja vu perpetuo

En medio de una fuerte ovación, Cerati sólo pronunció: México mágico, para comenzar a entonar Magia, durante la cual demostró sus habilidades de guitarrista, y a ésta le siguió Deja vu, primer sencillo de la nueva producción. El concierto por momentos fue eso, un deja vu, pero igual, la gente no paró de brincar, aplaudir, gritar y cantar.

Ya sin el antifaz y sin el ceñido traje de charro, Gustavo Adrián Cerati dijo: Buenas noches, México. Para los que no saben, esta noche tocaremos el disco entero y después temas de aquí y allá, antes de interpretar Rapto, para continuar con Amor sin rodeos y Tracción a sangre.

Como introducción a su rola Cactus, señaló: Ahora vámonos de la pampa argentina al desierto de Sonora, del silencio al sonido, para seguir con Naturaleza muerta, Domino, Sal y He visto a Lucy, la cual resultó la más atractiva de la noche, pues se salió del guión musical autorrepetitivo de Gustavo Adrián Cerati.

El argentino se ausentó unos minutos del escenario, lapso en que sonó una cosa grupera que en su estrofa hacía referencia a Fuerza natural. Nunca se supo si era un homenaje, una versión o una pieza inspiradora de su nueva entrega musical. Esto también molestó a parte de la concurrencia, que incitó a los demás a silbar y gritar su nombre: Gustavo, Gustavo, Gustavo. Cerati regresó con un traje blanco y expresó: Esta canción tiene una razón, y es que, como todos saben, hace poco murió una cantante, la argentina más importante de la historia, Mercedes Sosa, que es como la madre tierra. La Pachamama es un tema mío, pero ella fue quien lo eligió. La canción a la que se refería fue Zona de recompensas, que llenó de una energía especial el ambiente.

Durante el rencuentro con los mexicanos también se escuchó Pulsar, Yo te llevo para que me lleves y Marea de Venus, misma que dedicó a todas las chicas presentes, así como Crimen, de su álbum Ahí vamos.

Sin dejar de invitar a seguir cantando, brincando y aplaudiendo llegó la parte de las complacencias. El vocalista deleitó con éxitos anteriores, como Paseo inmoral, para llegar a Cosas imposibles y La excepción, en la cual pidió que se prendieran las luces de la zona del público para que éste fuera el encargado de entonar la balada.

Acto seguido, Gustavo Cerati hizo sonar Adiós, que se desprende de Ahí vamos, con la que agradeció y salió del escenario, lo cual motivó que los espectadores gritaran: Cerati, Cerati, Cerati y aplaudieran.

Ante la insistencia, el argentino regresó junto a sus músicos para entonar Puente, y pidió al público que cantara con él el fragmento de la canción que dice gracias por venir.

Asimismo felicitó a su baterista por su cumpleaños y se despidió con Lago en el cielo, Numeral y Jugo de Luna.