Tegucigalpa, 25 de noviembre. El gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti, se apartó este miércoles temporalmente del poder para centrar la atención en los comicios del domingo, horas antes de que la Suprema Corte emita su opinión sobre la restitución del presidente Manuel Zelaya.

Micheletti insiste en considerar que los comicios son la única salida a la prolongada crisis política, y por eso dejará el poder hasta el 2 de diciembre, el mismo día en que el Congreso debe decidir si restituye a Zelaya, expulsado del país por un comando militar el 28 de junio.

El objetivo de esta decisión es que las elecciones sean tranquilas, transparentes y pacíficas bajo la coordinación del Tribunal Supremo Electoral, sin que se presuma, ni remotamente, que pueda haber una influencia de otra naturaleza, dijo el ministro de la Presidencia Rafael Pineda Ponce, al término del último Consejo de Ministros presidido por Micheletti, la noche del martes.

Nadie remplazará a Micheletti, quien prevé retornar al poder en una semana, aunque reanudaría inmediatamente sus funciones en caso de que la situación así lo amerite, según los golpistas.

En plena recta final del proceso electoral, este miércoles arreciaron las manifestaciones en favor y en contra de los comicios tanto a nivel interno como de la comunidad internacional, y estallaron dos artefactos explosivos: uno en la Suprema Corte de Justicia, y otro en el Canal 10 de televisión, favorable al gobierno de facto, que provocaron sólo daños materiales.