Por decisión de los grupos parlamentarios la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) conformó la Comisión Jurisdiccional, que conocerá de la solicitud de remoción de Rafael Acosta Juanito como jefe delegacional en Iztapalapa.

En conferencia de prensa, Alejandra Barrales, presidenta de esta instancia, detalló que dicha comisión la presidirá Raúl Nava, del Partido Verde, y estará integrada por 11 legisladores, tanto de PRD, PAN, PRI, PT y PVEM.

Añadió que sus trabajos se iniciarán este mismo martes, una vez que se presente formalmente la solicitud de la fracción del PRD o de Clara Brugada, quien a partir de las 11 horas encabezará una marcha del Zócalo capitalino al inmueble, ubicado en Donceles y Allende.

En la conferencia, los coordinadores del PAN, Mariana Gómez del Campo, y del PRI, Israel Betanzos, precisaron que reconocen como delegado de Iztapalapa a Rafael Acosta, pero que es más importante garantizar a la población de esa demarcación la gobernabilidad y la dotación de los servicios.

Batalla por votos

Barrales Magdaleno comentó que para el PRD es evidente la situación de ingobernabilidad en esa delegación, lo que amerita tomar cartas en el asunto.

En este contexto, Aleida Alavez, de la bancada del sol azteca, dijo que ella junto con su homóloga Karen Quiroga presentará ante el pleno de la ALDF la citada solicitud de remoción, que estará avalada por 22 firmas del legisladores, como lo exige la ley.

Se estima que este procedimiento legal tardará de dos a tres semanas, por lo que antes de que concluya diciembre prevén que Acosta Ángeles esté fuera del cargo. Con sus 34 diputados, el PRD tendrá que buscar el respaldo de otras bancadas para lograr los 44 votos que se requieren. Por el momento ya tiene los cinco votos del PT y buscará atraer la mayoría de los ocho diputados del PRI y los tres del PVEM. Los 15 panistas estarían en contra de dicha remoción.

El acuerdo de la Comisión de Gobierno se logró luego de intensa coordinación con el Gobierno del Distrito Federal. Desde temprano, el titular del Ejecutivo local, Marcelo Ebrard Casaubon, dio las razones para iniciar el procedimiento: En Iztapalapa ya se llegó a una situación límite, al no estar garantizados los servicios y la administración de su gobierno.

Reconoció que se habían cerrado las posibilidades de entendimiento con Rafael Acosta y que tampoco había la garantía, la capacidad y la calidad en la administración de esa delegación.

Tenemos que garantizar a toda costa que los servicios funcionen más allá de las veleidades, más allá del espectáculo y más allá de este tipo de cosas que hemos estado viviendo, argumentó, tras sentenciar: Les puedo garantizar que voy a cumplir con mi deber, mi obligación y mi responsabilidad.

Al margen de estas declaraciones, Rafael Acosta retomó el gobierno delegacional en Iztapalapa entre los gritos de los simpatizantes de Clara Brugada que le exigían que se fuera de la demarcación.

Fuera traidoras

En su primer día de labores se limitó a dar un recorrido de 15 minutos por las áreas de Atención Ciudadana y Desarrollo Social, ofrecer múltiples conferencias de prensa y anunciar la destitución de cuatro funcionarios de la delegación, entre ellos Clara Brugada Molina, quien ya no ostenta el cargo de directora de Jurídico y Gobierno para evitar que haya, dijo, traidoras en su gabinete.

Rafael Acosta anunció que las otras personas expulsadas de la delegación son Ernestina Godoy, quien era la encargada de Jurídico; Efrén Morales, director de Gobierno, y Guillermo Rocha, titular de Administración. Dio a conocer que el próximo miércoles revelará quiénes ocuparán las plazas de su gabinete.

Por la mañana ingresó a la oficina de Clara Brugada con la ayuda de un cerrajero y con la intervención del notario público 234, Héctor Trejo.

El presidente nacional del PRD, Jesús Ortega, deploró la actitud asumida por el ex petista. En cierto sentido es grotesco. Parecería más bien un guión de charlotada que un asunto político, opinó.

A pesar de que Rafael Acosta convocó a una conferencia de prensa a las 10 de la noche, se limitó a presumir cuatro corbatas que traía en un gancho y a anunciar que se ampararía sin especificar por qué y contra quién.