Tienen un micrón de di
Son productos compuestos de una aleación de hierro y níquel, cubiertos de una fina película de oro, señalan especialistas
Técnica elegante y rápida sin los efectos de las quimioterapias, precisan
Martes 1º de diciembre de 2009, p. 2
París, 30 de noviembre. Discos magnéticos ultrafinos de un micrón de diámetro y unos 60 nanómetros de espesor pueden destruir células cancerígenas, sin los efectos secundarios de las quimioterapias, indicó un estudio publicado el domingo por la revista científica Nature Material.
El nanómetro, cuyo símbolo es nm, es una medida de longitud equivalente a la milmillonésima parte del metro.
Las células cancerígenas se caracterizan por una supervivencia anormalmente prolongada debido a que no obedecen al proceso natural de muerte programada (apoptosis)
, al cual se someten las células normales.
A esa característica, la medicina responde con procedimientos mecánicos o químicos susceptibles de iniciar su autodestrucción.
En las pruebas de laboratorio, los discos minúsculos, sometidos a un campo magnético alternativo, lograron dañar las membranas de células cancerígenas, provocando su apoptosis.
Alcanzó con someterlas 10 minutos solamente
a un campo magnético de baja frecuencia –algunas decenas de hercios– para obtener la destrucción de 90 por ciento de las células cancerígenas
en tubos de ensayo, destacaron Elena Rozhkova, del Laboratorio Nacional Argonne de Estados Unidos, y sus colegas.
El procedimiento utiliza las propiedades magnéticas especiales de esos microdiscos, compuestos de una aleación de hierro y níquel y cubiertos de una fina película de oro, en la cual la magnetización de todos los átomos se organiza en círculos concéntricos, según el estudio.
Al igual que en la imagen por resonancia magnética (IRM), los microdiscos explotan una propiedad de la materia a la escala del átomo (en este caso del electrón) llamada spin, que puede compararse a la aguja de una brújula que se orienta en función del campo magnético.
Cuando se les aplica un campo magnético alternativo de baja frecuencia, los discos ultrafinos oscilan dando vueltas y sus vibraciones repercuten en las membranas celulares y provocan la muerte de las células cancerígenas.
Asociando los microdiscos con anticuerpos específicos para que se enfoque el cáncer que se quiere destruir, se logra una técnica elegante y rápida
de destrucción del tumor sin los efectos secundarios de las quimioterapias, comentó John-Dobson, de la Universidad de Keele, en Gran Bretaña.