La tendencia en las asambleas del Sindicato Independiente de Trabajadores del Colegio de Bachilleres (SITCB) es rechazar el ofrecimiento del pago de 50 por ciento de los salarios caídos, por lo que continúa la huelga, que ayer cumplió 43 días.

El secretario general del gremio, Romualdo Escudero, señaló que en caso de no llegar a un acuerdo en esta misma semana el semestre se perderá, lo cual es responsabilidad de las autoridades del colegio y del gobierno de Felipe Calderón.

Enfatizó que cuando los trabajadores habían construido un consenso para levantar la huelga, la autoridad rechazó todas sus propuestas y todavía pretende que acepten 50 por ciento del pago de los salarios caídos.

Si hubiese voluntad de las autoridades, este conflicto ya se hubiera resuelto (...) Pensamos que es una huelga que ha sido inducida por la Secretaría de Educación Pública (SEP) a costa de todo, no sólo de golpear al sindicato, sino de perjudicar a los muchachos.

Manifestó que el colegio tiene que flexibilizar su postura. Por lo que toca al sindicato, abundó, ya manifestó que en cuanto se resuelva la solicitud, básicamente de ciento por ciento de los salarios caídos, vamos a poner de nuestra parte para rescatar el semestre.

Durante el día de ayer los trabajadores realizaron asambleas para someter la propuesta de la autoridad a la votación.

Por la tarde los delegados se reunieron en la Secretaría del Trabajo para realizar el recuento. Hasta el cierre de esta edición la tendencia era el rechazo a la oferta.

En cuanto a la prórroga sobre la petición del colegio de declarar la inexistencia de la huelga, que vence hoy, el líder sindical confió en que se calificará de legal el movimiento.

Este martes a la una de la tarde, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje realizará una audiencia en la que se prevé el aporte de pruebas.

Espero que actúe de manera imparcial, apegada a lo que establece la norma, dijo el dirigente.

Las tres condiciones del sindicato para el levantamiento de la huelga son el pago de ciento por ciento de los salarios caídos, la distribución de un bono entre 2 mil 760 sindicalizados, y no entre los 3 mil 200 integrantes del personal administrativo, y excluir al personal de confianza del programa de recategorización.