Acompañado por el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el titular de la Secretaría de Salud (SSA) y un grupo de inversionistas de Frisa, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, presentó ayer uno de los proyectos para la modernización de la ciudad de México más ambiciosos de las últimas décadas.

Se trata de Biometrópolis, el primero de cuatro proyectos que el mandatario ha propuesto efectuar para convertir la capital del país en la ciudad del conocimiento. El plan promoverá la ciencia y la tecnología en materia de salud, especialmente en biotecnología y nanotecnología, mediante la vinculación e inversión de los sectores público, privado y académico.

El proyecto se propone articular con el agrupamiento médico de la ciudad, comparable con los mejores del mundo, y colocar a la medicina mexicana en el más alto nivel internacional mediante la vinculación de 70 edificios, nueve institutos médicos especializados, ocho hospitales, cinco laboratorios y 11 instituciones educativas.

Buscará detonar una base económica de alta tecnología en la ciudad, que se complementará con infraestructura vanguardista de clase mundial e instalaciones y equipos validados con estándares mundiales.

Todo ello ligado a la capacidad de investigación de la UNAM, el Centro de Investigación y Estudioso Avanzados del IPN, los institutos nacionales de salud pública y el conjunto de las universidades públicas y privadas del Distrito Federal.

Las áreas de investigación que se desarrollarán en ese centro se definieron a partir de la infraestructura médica existente en los institutos de especialidades ubicados en el sur de la ciudad, así como con base en trabajos de expertos reconocidos internacionalmente y las labores médico biológicas de universidades.

Resultado de ello, en Biometrópolis se efectuarán investigaciones sobre cancerología, nutrición, diabetes, geriatría, males cardiovasculares e infectología.

En este campo vamos a tener lo que hemos soñado: investigación, desarrollo científico y atención médica con una relación totalmente distinta con la naturaleza, aseguró Ebrard al dar a conocer el proyecto, acompañado por el rector de la UNAM, José Narro, y el titular de la Ssa, José Ángel Córdova.

Sobre el proyecto, que se llevará a cabo en un predio de 87.4 hectáreas ubicado en el centro del agrupamiento médico, industrial, académico y de servicios de salud conformado hace más de seis décadas, Ebrard detalló que el financiamiento no está basado en recursos fiscales masivos, sino depende de la combinación de talento académico con recursos del sector privado y el impulso del gobierno local.

Se trata de un espacio público que tendrá otro tipo de movilidad, pues tendrá un uso restringido de vehículos automotores tradicionales y un manejo de la basura distinto. El plan impulsará el mejoramiento de la vialidad y el tránsito de la zona mediante el incremento de la capacidad de Periférico con un carril adicional en ambos sentidos y mejorar los entronques conflictivos en la vialidad, así como construir dos centros de transferencia modal para eficientar el transporte público y los servicios a la comunidad, explicó.

El campus estará conectado con la UNAM e institutos nacionales de salud mediante el sistema Pumabús. Además, se construirán dos puentes de acceso sobre Periférico.

En su oportunidad, Narro Robles se congratuló de la vinculación de sectores que se sumarán al proyecto.

México necesita retomar el camino del pensamiento grande. Requerimos proyectos que en el propio diseño se tenga la altura de miras, la grandeza de ver hacia delante; requerimos salirnos de lo chiquito, de lo cotidiano, apuntó.

La UNAM toma parte porque estamos seguros de que contamos con los recursos humanos y con la capacidad científica y tecnológica para sumarnos, porque tenemos la experiencia, agregó.

Córdova Villalobos agradeció la invitación de Ebrard para apoyar este ambicioso proyecto, que da cuenta de una nueva visión global en cuanto a la generación del conocimiento.

“A mediano y largo plazos su aplicación permitirá contar con mejores elementos para preparar a las nuevas generaciones con una mayor capacidad de adaptación como ciudadanos del mundo, respetuosos de su entorno desde los puntos de vista económico, sociológico, antropológico, ecológico y científico agregó.