Con la exposición Manuel Felguérez: invención constructiva, que será inaugurada este jueves a las 19 horas en el Museo del Palacio de Bellas Artes –en un acto abierto a todo público–, se festeja el medio siglo de trayectoria artística del pintor y escultor, que el día 12 cumplirá 81 años.

Éste ha sido un año de mucho trabajo para el artista nacido en Hacienda Valparaíso, Zacatecas. Hace dos semanas quedó instalada una celosía, o muro de crá-neos, de 130 metros de largo, a un costado del Museo de Antropología, sobre Paseo de la Reforma. El día 11 Felguérez inaugurará la plaza bicentenario que hizo con Vicente Rojo en el Instituto Politécnico Nacional, donde el primero tiene una escultura en bronce de 10 metros de altura.

Arribar al Museo del Palacio de Bellas Artes, donde ha habido obra de grandes artistas, no resultó sorpresivo para don Manuel, quien dice sentirse en mi casa, porque cree que aquí he estado siempre, de una manera u otra.

La selección de las pinturas, lacas, dibujos y esculturas que integran la muestra de 108 obras obedece al discurso curatorial de Jorge Reynoso Pohlenz y Alberto González Torres.

En contraste con otros artistas, don Manuel quiso poner obra muy seleccionada, que tuviera mucho espacio, aire, pues está consciente del peso del Museo del Palacio, expresó Reynoso. Al escoger obra representativa de diferentes periodos, los curadores buscaron denominadores comunes entre las unidades, distintos a los de las décadas, primero, por los sistemas de producción de Felguérez, al margen de la diversidad que puedan tener los productos, que se basan en un trabajo sistemático, a partir de series, donde se agota una variedad de procesos técnicos, materiales o formatos.

Según González Torres, el reto consistió en exhibir de una manera nueva, diferente, obras de Felguérez que ya se han expuesto en varias ocasiones.

Respecto del discurso curatorial, Felguérez apuntó: “lo único que marqué desde siempre es que quería la Sala Nacional que, dentro de la importancia del museo, también era la más relevante para poner obra reciente, es decir, prácticamente preparada para esta exposición a lo largo de los pasados tres o cuatro años.

Nunca he dado brincos (en su obra), siempre he sido muy lógico. Pinto 30 cuadros al año, entonces, en 60 años he hecho mil 800 pinturas. Siempre propongo cosas diferentes, pero de manera sutil. Entonces, lo que me gusta demostrar aquí es la continuidad que, a pesar de que toco dos extremos de mis propios parámetros, lo muy geométrico y lo muy suelto, ambos pertenecen a un mismo espíritu. No son obras disparatadas.

Si los curadores no quisieron contextualizar la exposición en torno al llamado movimiento de la Ruptura, fue porque Felguérez ya era un artista formado cuando se vinculó con ello, el creador señaló: El nombre de Ruptura se puso 20 o 30 años después. Nunca fuimos un grupo, no existe un manifiesto, nada que nos agrupara, excepto la amistad, el respeto por la obra. Teníamos reglas que todos sabíamos, por ejemplo, el arte en vez de ser colectivo era individual. Cada quien tenía que hacer algo diferente. Cuando a alguien se le ocurría copiar a otro, le aplicábamos el hielo; salía del grupo.

El artista apuntó que ya se adquirió el terreno para ampliar el Museo de Arte Abstracto de Zacatecas pero, dado los tiempos, la solicitud será para el próximo gobernador de la entidad.