Jalapa, Ver., 2 de diciembre. El paradero de 21 campesinos oriundos del municipio de Tatahuicapan –en el sur de la entidad– se desconoce desde el mes pasado, cuando un particular los llevó a trabajar a Sinaloa.

Alrededor de 100 personas, la mayoría esposas, madres e hijas de 21 migrantes, se plantaron este miércoles ante la presidencia municipal de Tatahuicapan para solicitar apoyo al presidente municipal Esteban Bautista Hernández. Identificaron al presunto enganchador como Jonás o David Bautista.

Las mujeres dijeron temer que sus parientes hayan sido víctimas del crimen organizado. Aseguraron que en años recientes más de mil campesinos de Tatahuicapan han emigrado al norte de México, pero en esta ocasión se perdió el contacto con los 21 labriegos.

Concepción Hernández relató que el 14 de noviembre los hombres salieron de la cabecera municipal de Tatahuicapan en un autobús y no han sabido de ellos.

Sostuvo que uno de los agricultores, cuyo nombre no precisó, dijo en una llamada telefónica a una de sus vecinas que los patrones les confiscaron dinero, teléfonos y documentación personal antes de entrar a trabajar allá en Sinaloa. Por ello temen que estén sometidos a algún tipo de esclavitud. No sabemos si los tienen encerrados o fueron capturados por narcotraficantes, dijo Hernández.

El alcalde Esteban Bautista informó a las mujeres que se levantó un reporte y se envió a la Oficina de Atención a Migrantes del gobierno del estado para solicitar apoyo de Sinaloa.

Los campesinos desaparecidos son Jesús Hernández García, Pablo Cruz González, Genovevo Luis Ramírez, Agustín Luis Ramírez, Luis Hernández González, Eloy Cruz Hernández, Abimael González Hernández, Calixto Valentín, Martín Hernández Hernández, Olegario Hernández Ramírez, Rafael González Castillo, Moisés Ramírez Hernández, Samuel Ramírez Cruz, Agustín Ramírez Castillo, Daniel Hernández Sánchez, Alejandro Mendoza Luis, Prudencio Hernández Hernández, Mario Hernández Luis, Ubaldo Martínez Martínez, Emanuel Hernández Hernández y Rogelio Cruz Bautista.

Mientras, al menos 20 migrantes provenientes del municipio de Minatitlán, a quienes la empresa Omex trasladó en noviembre a Sinaloa con la promesa de empleo, fueron abandonados en el puerto de Mazatlán por la compañía y no tienen medios para regresar a Veracruz.

Mujeres de la comunidad de Copoacan dieron a conocer ante el ayuntamiento de Minatitlán –municipio colindante con Tatahuicapan– que al menos 20 agricultores fueron llevados a Sinaloa a principios de noviembre con la promesa de trabajo en maquiladoras y campos de cultivo, pero Omex los abandonó en Mazatlán.

Las mujeres pidieron la intervención de la alcaldesa Guadalupe Porras para que los trabajadores regresen. Mencionaron los nombres de Rodrigo y Raúl Ramírez Chalas, y William y Héctor Ramírez Alemán.

En Tatahuicapan se interpusieron denuncias penales para que se investigue el paradero de los labriegos. Mientras, en Minatitlán se presentó una querella por fraude contra Omex.

Protestan en el Congreso por falta de apoyo al campo

El titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesca (Sedarpa) estatal, Juan Humberto García Sánchez, compareció ante el Congreso de Veracruz en medio de gritos y conatos de pelea entre personal de seguridad y campesinos que ingresaron al recinto para reclamar a la dependencia que cumpla su promesa de apoyar proyectos productivos.

Unos 30 manifestantes se enfrentaron con agentes de seguridad y empleados de la Sedarpa que les impedían entrar al salón de plenos. Pese al zafarrancho, la comparecencia de García Sánchez no se suspendió.

Los agricultores, provenientes de los municipios de Cosamaloapan, Perote, Xico, Minatitlán y Coatzacoalcos, trataron de interrumpir el discurso de García Sánchez, quien acudió al Congreso local como parte de la glosa del informe de gobierno de Fidel Herrera Beltrán.

Enrique Pozos, dirigente de la agrupación Unidad Popular, acusó a Juan Humberto García de incumplir el pago de más de 600 millones de pesos para 3 mil proyectos productivos, cuyo financiamiento federal se perderá porque el gobierno de Veracruz no aportó los fondos correspondientes.

El funcionario aseguró que en cinco años se han invertido en el campo del estado 43 mil 352 millones de pesos. ¡Mentiroso!, le gritaron los manifestantes.

García Sánchez también habló sobre la entrega de 9 mil tractores y afirmó que existe paz laboral y tranquilidad en el campo de Veracruz.

¡Que renuncie! ¡Que se vaya!, le reclamaban los campesinos enfurecidos.