Comparece ante comité del Senado de EU
Jueves 3 de diciembre de 2009, p. 21
Washington, 2 de diciembre. El secretario estadunidense de Defensa, Robert Gates, afirmó este miércoles ante el Congreso que abstenerse de enviar más tropas a Afganistán no era opción, y advirtió que un fracaso en la guerra en ese país significaría que la insurgencia talibán pase a controlar buena parte del territorio y retome el poder, y probablemente que aquella nación asiática entre en una guerra civil renovada.
Las zonas controladas por los talibanes podrían volver a ser un santuario para Al Qaeda, y servir como bases para grupos militantes a la ofensiva en Pakistán
, agregó el funcionario. Indicó que los 30 mil soldados adicionales que decidió enviar el presidente Barak Obama comenzarán a llegar a Afganistán en un plazo de dos a tres semanas
, y que se pidió a los aliados de la OTAN apoyo de 5 mil a 7 mil militares adicionales.
Gates intentó dar garantías sobre el anunciado retiro de las tropas para julio de 2011, al asegurar que este objetivo podría ser revisado en función de las circunstancias en el terreno, a fin de evitar dar la impresión de que la salida podría hacer el juego a los insurgentes, o que Kabul e Islamabad consideren que Estados Unidos los va a abandonar.
Gates, junto a la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, y Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, se presentaron ante el Comité de Servicios Armados del Senado para buscar apoyo al plan de Obama de enviar más soldados a Afganistán e iniciar el repliegue en 18 meses.
En la sala donde transcurría la audiencia de Gates, algunos manifestantes de la asociación pacifista Code Pink exhibían pancartas con leyendas como Refuerzos: gran error
o Escalada sin esperanza
. Las protestas se extendieron desde anoche hasta San Francisco.
En tanto, dirigentes europeos mostraron rápidamente su apoyo verbal a la estrategia de Obama para Afganistán, pero sin comprometer el envío de más tropas. También se congratularon Japón, Canadá, Rusia, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon y el propio régimen de Kabul. Pero Pakistán dijo esperar que no haya consecuencias adversas a sus intereses.
El jefe de las fuerzas estadunidenses en Afganistán, Stanley McChrystal, se declaró satisfecho con los refuerzos.