Tuxtla Gutiérrez, Chis., 3 de diciembre. Chiapas trata de superar rezagos de siglos para abatir la pobreza. A tres años de gobierno, Juan Sabines aseguró que el estado ha iniciado una transformación histórica, social, económica y culturalmente reclamada.

En su tercer informe de gobierno, sostiene: La suma de logros obtenidos, que son necesidades satisfechas, es también la suma de una responsabilidad creciente de todos los que compartimos el propósito de unidad y paz.

Puntualizó que estos avances se han conseguido con cambios estructurales “que no permiten ni se conforman con maquillar la realidad, sino que van al fondo, a la raíz de las causas de la pobreza y la marginación.

Hoy es una obligación constitucional transformar Chiapas, cambiar las cifras, estadísticas e indicadores que expresan en el Conteo de 2005 y en las encuestas siguientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) la forma en que viven los habitantes de los 47 municipios con mayor grado de marginación, y de los 28 con menor índice de desarrollo humano.

En su documento, Juan Sabines sostiene que el estado tiene la primera y única Constitución en el mundo que incluye como obligación el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización de Naciones Unidas, además de establecer los mecanismos institucionales para lograrlo y para fiscalizarlo.

“Más allá del discurso, atendemos así la convocatoria de Naciones Unidas para eliminar el lastre de la pobreza extrema. Habrá quien crea que en una coyuntura nacional e internacional de crisis económica, estados como Chiapas están condenados a que aumente la pobreza, que no tienen remedio. Lo escuchamos de chiapanecólogos que conocen cifras, pero no la voluntad y el coraje del pueblo chiapaneco.”

Los chiapanecos, asegura el mandatario estatal, no tememos a la actual situación financiera del país. México no es circunstancia sino destino, y crisis para los chiapanecos significa trabajo y solidaridad. Por eso sabemos que Chiapas tiene rumbo y destino, que trabajamos en unidad con el gobierno de la República, que atendemos la agenda Chiapas-ONU, propuesta por expertos en estrategias para erradicar pobreza. Porque hemos demostrado voluntad, capacidad y liderazgo.

Recordó que el pasado 14 de septiembre, en la celebración del 185 aniversario de la federación de Chiapas a México, señaló que los retos de la entidad exigen una estrategia clara y precisa, con propósitos firmes y orientados a revertir los problemas estructurales que obstruyen el desarrollo.

Eso, añadió, significa enfocar el presupuesto a cumplir las metas que permitan alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, como la construcción de obras de infraestructura que combaten la pobreza: agua potable, drenaje, saneamiento y pisos firmes, así como los programas sociales de salud y educación, el combate a las enfermedades del rezago, a la mortalidad materna e infantil y al analfabetismo; en mejorar la nutrición infantil y propiciar la equidad de género, el empoderamiento de la mujer y la sustentabilidad del medio ambiente.

Los avances que hemos alcanzado los chiapanecos son resultado del esfuerzo colectivo y coordinado, de la capacidad de mirar por encima de intereses particulares para poner por delante el interés supremo de Chiapas.

Por ello, aseveró, su gobierno “‘no tiene compromisos con grupos o facciones. Mi único compromiso, con quien me siento comprometido solamente es con Chiapas; por ello nadie, ni por amistad o enemistad, me conducirá a desvíos de conducta, a cambios de propósitos. Tengo sólo una tarea que cumpliré: la de hacer crecer a Chiapas y la de conseguir para sus hijos una vida a la altura de su dignidad. Hoy todas las chiapanecas y chiapanecos consolidamos un estado incluyente, participativo, democrático y con profundo sentido social”.