Sábado 5 de diciembre de 2009, p. 31
Investigadores eméritos del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional demandaron al gobierno federal reconocer la importancia estratégica de los centros científicos para el desarrollo del país, pues calificaron de lamentable que frente a una crisis económica lo primero que se quiere recortar es el presupuesto para educación, ciencia y tecnología
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Reunidos en el auditorio Arturo Rosenblueth para la entrega de distinciones como investigadores eméritos, integrantes de la comunidad científica reconocieron la trayectoria de Saúl Villa y Treviño por sus aportaciones en el campo de la biología celular; de Onésimo Hernández Lerma, experto en la ciencias físico-matemáticas y considerado como uno de los matemáticos más citados en artículos científicos, y de Eusebio Juaristi Cosío, por sus aportaciones en la química orgánica.
El dinero nunca es suficiente
René Asomoza Palacio, director general del Cinvestav, señaló que con este reconocimiento suman 18 los investigadores eméritos en la institución. Manifestó que en el presupuesto aprobado para 2010 el Cinvestav recibió 6 por ciento adicional a lo alcanzado este año, situación que nos alienta aunque nunca es suficiente, pero se tendrá que hacer un enorme esfuerzo para no afectar ninguna de las investigaciones y continuar con programas de posgrado con excelencia académica
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En entrevista por separado, Villa y Treviño, con más de 40 años de experiencia como docente e investigador, consideró como un estímulo extraordinario
recibir este reconocimiento y aseguró que es prioritario para el país consolidar las instituciones públicas, científicas y tecnológicas, mejorando la calidad de sus profesores, los que a su vez generan nuevos conocimientos y la formación de nuevos cuadros científicos que enfrentarán los retos del futuro
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Hernández Lerma, aseguró que es necesario que el Estado reconozca el valor estratégico de la educación y se apoye de manera decidida no sólo a los centros públicos científicos, sino a las universidades y a la formación de las nuevas generaciones
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Afirmó que en el campo de las matemáticas hay un claro ejemplo de lo mucho que falta por hacer, pues no es que los mexicanos seamos malos en esta disciplina, sino que falta formación en los docentes y un cambio radical desde la sociedad, pues durante generaciones se nos ha dicho que son complicadas y aburridas
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