Oaxtepec, Mor., 5 de diciembre. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) perfilaba anoche una vía para la reunificación de la militancia más allá de las corrientes. A partir de la restructuración territorial los perredistas convivirán, sin distingo de los grupos a los que pertenezcan, en comités de base seccionales.

Dolores Padierna, dirigente de Izquierda Democrática Nacional (IDN), dio lectura en la mesa de estatutos a los acuerdos que suscribieron por la tarde los líderes de las distintas corrientes para resolver los puntos que generaron mayor debate.

Para evitar la confrontación en el tema de las alianzas, los dirigentes acordaron proponer al pleno de 12 Congreso Nacional, que hoy concluye, se mantenga el párrafo original del documento de Línea Política, donde se advierte que nunca una alianza deberá mellar el perfil político de izquierda del partido.

También se mantiene el procedimiento para elegir la presidencia y la secretaría general por voto universal libre, directo y secreto de los afiliados en el listado nominal del partido.

La candidatura para presidente de la República se definirá por elección universal directa y secreta de la ciudadanía, método que podrán cambiar 60 por ciento de los integrantes presentes en un Consejo Nacional. Los aspirantes a gobernador o edil serán electos por al menos una tercera parte del consejo respectivo o del comité ejecutivo central.

Las candidaturas a diputados federales y senadurías por representación proporcional se definirán por consejo electivo.

Desaparece la Comisión Política Nacional y se reduce el secretariado de 21 a 14, para regresar al esquema de Comité Ejecutivo.

La elección de los mil 200 delegados al Congreso Nacional será por distrito electoral, mientras la de los consejeros nacionales será por estado.

En cualquier elección deberá prevalecer la equidad de género, se mantiene la cuota de 20 por ciento para jóvenes y se procurará la incorporación de indígenas.

Por la tarde en conferencia de prensa la dirigencia nacional y los coordinadores parlamentarios destacaron los avances que, desde su perspectiva, establecen las bases refundacionales.

Se establecen reglas para una nueva relación entre el partido y las corrientes con el propósito de que dejen de ser estructuras paralelas o metapartidos.

A un mismo comité pertenecerán Jesús Ortega, líder de Nueva Izquierda y Ricardo Ruiz, de Izquierda Unida, debido a que residen en la misma zona.

Vamos a militar, los que queramos seguir en el PRD, en nuestro comité seccional, ésa es la estructura nueva que estamos construyendo.

Una vez que el Instituto Federal Electoral apruebe las reformas perredistas, las corrientes deberán registrarse formalmente ante el Consejo Nacional, tener una publicación bimensual donde expresen su ideario y estarán sujetas a permanente revisión de sus recursos por parte de una comisión de fiscalización y vigilancia ética.

Otros avances son la reducción de la burocracia del partido en sus instancias nacionales en 70 por ciento en promedio.

Se iniciará la construcción de un nuevo padrón y se establece una cuota anual de 10 pesos como mínimo para militantes comunes y corrientes, como los definió Jesús Ortega, y de 15 por ciento de su salario para funcionarios y legisladores.

El paquete generó oposición y algunos congresistas, como Alfonso Ramírez Cuellar y Agustín Guerrero, consideraron que cualquier otra fórmula de elección distinta a la del voto libre, directo y secreto de los perredistas conculca los derechos de la militancia. Guadalupe Acosta Naranjo subió a defender el proyecto, pero la sola mención de su nombre provocó el abucheo más prolongado y los calificativos más agresivos en contra de un dirigente en este congreso.