La escritora hizo la lectura del Nobel
en la Bolsa de Estocolmo
Martes 8 de diciembre de 2009, p. 5
Estocolmo, 7 de diciembre. Poco antes de recibir el Nobel de Literatura, la escritora rumano-alemana Herta Müller recordó hoy en Estocolmo las consecuencias de la opresión, el sometimiento y el aislamiento para las personas que viven en una dictadura.
La autora recibirá el galardón el jueves de manos del rey sueco Carlos Gustavo XVI. En la tradicional lectura del Nobel
cuatro días antes en la Bolsa de Estocolmo, Müller habló bajo el título Todos saben algo acerca del círculo vicioso, sobre las experiencias que marcaron su vida como integrante de la minoría alemana del Banat, en la Rumania comunista.
Müller, quien emigró a Berlín occidental en 1987 desde Rumania, habló de la pregunta que siempre le hacía su madre antes de ir a la escuela: ¿Llevas pañuelo?
Describió el papel del pañuelo como consuelo y punto de referencia y relató tamibén cómo la trataron de contratar para el servicio secreto rumano, así como una experiencia con Oskar Pastior, su amigo escritor muerto en 2006.
En el centro de la novela más reciente de Müller, Atemschaukel, se encuentran las terribles vivencias de Pastior tras la Segunda Guerra Mundial, como deportado de Rumania a Ucrania. La Academia Sueca justificó la entrega del premio en octubre diciendo que Müller describe mediante la condensación de la poesía y la objetividad de la prosa los paisajes de la ausencia de patria
.
Hacia el final, Müller leyó: Me gustaría poder decir una oración para aquellos a quienes hasta hoy día se les falta el respeto en las dictaduras, así sea una oración con la palabra pañuelo
. Müller agregó: ¿Puede ser que la pregunta acerca del pañuelo signifique desde entonces no sólo el pañuelo, sino la inmensa soledad de las personas?