El Presidente debe asumir su responsabilidad en la tragedia de Ciudad Juárez, exige
Martes 8 de diciembre de 2009, p. 14
Manuel Espino Barrientos demandó al presidente Felipe Calderón que asuma su responsabilidad ante la tragedia que se vive en Ciudad Juárez, donde la cifra de ejecuciones se duplicó desde que el gobierno federal comenzó la embestida contra el crimen, y afirmó que hasta su familia ha sido amenazada con secuestro. Señaló que la estrategia es errada: estamos ante una guerra fallida, ante un estéril derramamiento de sangre
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Le advirtió que si en la aurora de su sexenio se distinguió por ser un presidente de guerra, ahora que inicia el ocaso nos urge que sea un presidente de paz y que así se le recuerde
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Espino Barrientos, quien reside en Ciudad Juárez y antes ya había informado que su casa fue allanada por militares, aseveró que “la semana pasada mi familia recibió la amenaza de que debemos pagar ‘la cuota’ o alguno de sus miembros será secuestrado. Lo triste es que nuestra situación no tiene nada de extraordinario, es la realidad de cualquier familia juarense. Ese es el verdadero saldo de la guerra contra el narcotráfico”.
En una carta abierta enviada al jefe del Ejecutivo, el ex dirigente del Partido Acción Nacional (PAN) advirtió que las estadísticas de supuestos criminales arrestados pregonadas por la propaganda del gobierno federal no compensan la angustia de los padres forzados a pagar para que las escuelas de sus hijos no sean ametralladas, la histórica ola de secuestros y, sobre todo, el dolor de ver que nuestra forma de vida está marcada por el terror
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Expresó que ha llegado el momento de señalar con toda firmeza que su decisión es tan acertada como errada es la estrategia: los resultados están a la vista de todos, estamos ante una guerra fallida, ante un estéril derramamiento de sangre que me impele a pedirle que asuma la responsabilidad de la tragedia en Ciudad Juárez
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Asentó que la presencia de militares y de policías federales no ha pasado de tener efectos escenográficos, es evidente el dramático incremento en la violencia que la guerra por usted declarada trajo a la frontera. Reconózcalo, señor Presidente
y pidió apoyar de manera pública un cambio a esta estrategia fallida
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Cualquier líder puede iniciar una guerra, pero muy pocos son capaces de terminarlas con éxito. Por ello, usted debe decidir qué papel jugará en la historia de Ciudad Juárez y de México
, concluyó.