El Senado continuó ayer con sus sesiones maratónicas de cierre de periodo: desahogó una agenda de más de 100 puntos; se aprobaron 57 dictámenes, sin discusión; 42 quedaron de primera lectura, sin debate –entre ellos las reformas al juicio de amparo–, y otros 14, agendados para primera lectura, fueron retirados porque no cumplían con el número de firmas requeridas.

Se aprobó el dictamen de reformas a la Ley de Expropiación en el artículo 6 y el segundo párrafo del artículo 20. Se destaca que la expropiación como limitante al derecho de la propiedad tiene que estar no sólo fundamentada y motivada, como dispone el precepto constitucional, sino también se tiene que respetar la garantía de legalidad y audiencia en todo procedimiento.

La enmienda establece que de cuestionarse la titularidad del bien o derecho expropiado, la indemnización correspondiente será depositada y puesta a disposición de la autoridad que conozca del procedimiento respectivo, para que le asigne a quienes resulten titulares legítimos del bien o derecho, en los montos que corresponde.

La reforma al artículo 27 de la Ley General para el Control del Tabaco presenta dos cambios. Donde dice que en los sitios ciento por ciento libres de humo de tabaco, el administrador o el dueño de esos sitios deberá hacer las instalaciones para fumadores, se cambia por podrá hacer un sitio específico para éstos. También cambió el término zonas exclusivas para fumar por zonas exclusivamente para fumar.

Al referirse a este dictamen en el pleno, el presidente de la Comisión de Salud, el panista Ernesto Saro Boarman, refirió que “hace unas semanas, al votar aquí la Ley de Ingresos, propusimos que el impuesto de dos pesos por cajetilla de 20 cigarros que estaba previsto para cobrarse de manera progresiva en cuatro años se hiciera en un solo año.

Y aquí hubo intervenciones del duopolio de las tabacaleras de que eso lesionaría la industria, que haría que ya no se siembre tabaco en Nayarit, y se quedó el incremento paulatino en cuatro años, empezando con 40 centavos el próximo 2010.

El senador denunció: las tabacaleras ya subieron el precio, unas a dos y otras a tres pesos, y en lugar de que sean impuestos que vayan a sufragar los gastos de las enfermedades que generan, se van a los bolsillos de las compañías.

Las empresas, destacó el panista, cobran ese aumento con la aceptación de Hacienda y Economía, y dicen que es por culpa del Congreso; eso no lo podemos permitir. Hay que exhortar a la Cofepris a que esas compañías cumplan con el reglamento de poner las leyendas de advertencia en las cajetillas.

El coordinador de los senadores del Partido del Trabajo, Ricardo Monreal, advirtió que esas grandes empresas que gozan de privilegios fiscales deben ser sancionadas. Están violando la ley, engañando a la ciudadanía y se están burlando del Estado, de todo el gobierno y del Poder Legislativo.

Monreal insistió en tribuna: no podemos permitir que las tabacaleras se burlen de la legislación nacional. Pero no son sólo esas empresas las que han hecho aumentos desproporcionados; están los incrementos en las industrias refresquera y cervecera, así como en la canasta básica. No hay quien ponga orden ni freno al aumento desmedido de los precios.