El arte y la diversidad cultural representan una forma de resistencia en el mundo actual, pero no sólo eso, sino que también marcan la mejor ruta para entender la complejidad del presente y son una fuente fundamental para las decisiones políticas y la defensa de las libertades y los derechos humanos.

Esa puede ser tal vez una de las síntesis surgidas de los muchos planteamientos del cinedocumentalista Jean-Daniel Lafond, profesor de filosofía, investigador en ciencias de la educación, escritor y hombre de teatro quien, además, realiza en México una visita oficial en su calidad de esposo de la gobernadora general de Canadá, Michaëlle Jean.

Las biografías mismas de Lafond y de la gobernadora general –quien representa a la reina Isabel II en Canadá y ejerce las funciones de jefe de Estado, según el sistema canadiense de monarquía constitucional y democracia parlamentaria– son un ejemplo para acercarse a la historia de ese país.

Michaëlle Jean nacida en Haití, exiliada y naturalizada canadiense, y Jean-Daniel Lafond nacido en Francia y también naturalizado, ahora ocupan altos cargos en Canadá que tienen que ver mucho con la política y el ejercicio del poder, pero también con una intensa labor de promoción del diálogo nacional y de difusión de la cultura, esta última dentro y fuera de su país.

Lafond dio el martes una entrevista a La Jornada, después de participar en el foro La importancia del arte y la diversidad en la sociedad contemporánea, realizado en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), en Ciudad Universitaria, y en el que participaron cineastas, académicos y funcionarios mexicanos y canadienses, como Tom McSorley, Carlos Ferrand, Sealtiel Alatriste y Silvia Núñez.

Lafond es autor de 15 filmes que oscilan entre lo social, lo político, lo cultural y lo artístico, pues en ellos aborda problemáticas de Haití, Irán, Cuba o Canadá, o personajes de la literatura como el poeta martiniqués Aimé Césaire o María de la Encarnación, mística y primera mujer escritora en Nueva Francia, en Canadá, en el siglo XVII.

Jean-Daniel Lafond, cineasta y escritor canadiense, durante la entrevista con La JornadaFoto Barry Domínguez

El cineasta y escritor comparte que él, como todo artista, debe crear su obra con y contra todos, pero a la vez propiciar la incorporación y participación de los demás, a fin de poder defender el ámbito y el territorio de la cultura.

El arte y la cultura, dice, son cada vez más diversas y ofrecen la posibilidad de diálogo. Se trata, abunda, de una diversidad cultural y linguística que también incluye, además de otros aspectos, las inequidades entre ricos y pobres.

De ahí, explica, el planteamiento y lema de su esposa de romper las soledades en Canadá, en referencia al individualismo y a la diversidad de procedencias: desde los pueblos indígenas hasta las migraciones de origen francés e inglés, así como las más recientes.

Considera que el riesgo de todos los días en el mundo son las crisis cultural, de la civilización y moral, pero que es necesario encontrar entre todos un sentido a las cosas. Y todas las respuestas deben emanar de la cultura.

Recuerda que el reconocido filósofo Michel Foucault, quien fue su profesor, planteaba una premisa espiritual para que el hombre y la sociedad pudieran ser. Y el joven Lafond le comentaba que sí, que de hecho también debía ser cultural, o no podrían ser.

Y ese planteamiento, destaca, es como una vuelta a un humanismo abierto, dispuesto y expuesto a la diversidad. Y esto no es una conclusión, sino una hoja de ruta.