Directores y productores exigieron al gobierno de la ciudad de México –por medio de una carta– que se eche andar la Ley de Fomento al Cine Mexicano, la cual se aprobó en diciembre de 2008 y entró en vigor el pasado primero de abril del 2009, pero a la fecha, el Jefe de Gobierno no ha emitido el contrato del Fideicomiso de Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano en el DF (Procinedf), ni designado al consejo técnico, ni se le han asignado los recursos necesarios que permitan al fideicomiso realizar las tareas que marca la ley.

Víctor Ugalde, presidente de la Sociedad de Directores Cinematográficos; Guadalupe Ferrer, directora de Actividades Cinematográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México; Marcela Fernández Violante, secretaria general del Sindicato de Técnicos Cinematográficos; Mónica Lozano, productora y titular de la Asociación Mexicana de Productores Independientes, entre otros realizadores, como Gabriel Retes, Armando Casas, Daniel Gruener, Everardo González y Ángel Flores han visto con agrado el compromiso del gobierno de la ciudad en la aplicación de la Ley de Filmaciones en el DF, la creación del Consejo Técnico de la Comisión de Filmaciones y la voluntad política en la construcción de un sistema de filmaciones en la ciudad.

Preocupación del sector

Sin embargo, desde que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó esa ley de fomento (en la que además de destinar dinero para producción, se crearían circuitos de exhibición para mejorar la explotación de las cintas mexicanas), los cineastas consideran que su no aplicación les parece preocupante, ya que es la parte medular de este proyecto; por ello es que les solicitamos a ustedes, como responsables principales de la aplicación de esa ley, y conforme a lo que señala la Ley, para que el Gobierno del Distrito Federal haga la aportación inicial, así como se consideren dentro del Presupuesto 2010 de Egresos del Distrito Federal los recursos necesarios.

Por tal motivo, confían, como lo aseguran en la carta que dirigen al jefe de gobierno Marcelo Ebrard, Elena Cepeda (secretaria de Cultura del DF) y Edith Ruiz (presidenta de la comisión de cultura del congreso local), en el serio compromiso de este gobierno con la cultura cinematográfica en nuestra ciudad.

Los realizadores esperan que se lleven a cabo las acciones indispensables para la entrada en vigor de la Ley de Fomento al Cine en el DF, y la creación del Procinedf (que serviría para impulsar la realización de guiones y el desarrollo de proyectos, así como la filmación de documentales y largometrajes de ficción con temática de la ciudad).

El ex titular del Fondo de Inversión y Estímulo al Cine (fideicomiso del Imcine) opinó: “Urge que se eche andar esa ley de fomento, ya que la industria está supeditada a la voluntad federal y desgraciadamente sólo existen pocos apoyos estatales en el país. Entre los estados de la República que cuentan con fideicomisos están Nuevo León, que ha impulsado cuatro largometrajes y más de 80 cortos; Jalisco, que ha fomentado la filmación de tres documentales, y Puebla, que ha apoyado cintas como Arráncame la vida, La leyenda de la nahuala y Nikté, que se estrena la semana que entra. Sin embargo, estas entidades no cuentan con una ley de fomento, como la del DF, que abarque todas las etapas de la producción. En Estados Unidos, en 40 de sus 51 estados hay apoyos”.

Ugalde abundó: “Las leyes de fomento y de filmaciones son ejemplo para el resto de los estados, pero urge que se ponga en práctica la de fomento, porque de nada sirve que se promulguen ordenamientos si no se van a cumplir. Las dos iniciativas de ley se aprobaron juntas y entraron en vigor al mismo tiempo, pero a la fecha la Secretaría de Cultura sólo ha hecho efectiva la de filmaciones y han dejado de lado su obligación de poner en marcha la de fomento al cine mexicano.

A la fecha no han nombrado al consejo ni han hecho el reglamento; por ello, no se puede recibir ni aplicar los montos que, según la ley de filmaciones, ya se cobraron. El 50 por ciento le corresponde a la de Fomento. Si no se hace rápidamente, este dinero pasará a las arcas generales, y no servirá para impulsar al cine como lo dicta la ley.

Asegura que cuando se habló de la creación de la ley de fomento se sumaba la necesidad de que el gobierno de la ciudad destinara de 30 a 50 millones para el inicio de las actividades. Parte para hacer salas digitales, y otra para el fideicomiso Procinedf.

Si se creara el circuito de salas establecidos en la ley de fomento, las películas mexicanas tendrían la oportunidad de mantenerse en cartelera por más tiempo y a precios accesibles, lo que permitiría a los capitalinos acercarse nuevamente a su cine, remató.