La Iglesia católica felicitó a los legisladores que en 17 estados han “blindado la defensa de la vida” y exhortó a los diputados de las restantes entidades a ser valientes y seguir este ejemplo, ya que éste no es un tema religioso: es de humanidad y de principios éticos, y lamentó que por estar del lado de la vida se nos satanice.

Asimismo rechazó que el retiro de penas en los códigos penales de Veracruz y de Querétaro a quienes abortan sea muestra de que se están echando atrás las reformas de protección de la vida, pues el resguardo prevalece.

Agustín Rivera Díaz, rector de la Antigua Basílica de Guadalupe y director de la asociación civil Derechos del Concebido, precisó que la Iglesia católica no está en favor de que se castigue penalmente o con multas a quienes abortan, sino de que se les oriente y dé apoyo. No obstante, reconoció que todo aquel que participe en la consumación de un aborto, por ser un pecado mortal, queda excomulgado, pero hizo hincapié en que no es la Iglesia la que condena, sino ellos mismos los que se apartan de la comunión, y que si hay arrepentimiento están las puertas abiertas para el retorno.

En conferencia de prensa, en la que estuvieron presentes la eticista Lorena Malpica y la genetista Ángela Monarres, se insistió en que se debe deslindar la defensa del derecho a la vida de la religión, ya que esto intenta ser una cortina de humo para quitar peso a esta lucha; es una falacia decir que es algo religioso, pues el derecho a la vida es un principio de ética del cual emanan los demás derechos.

Cuestionada sobre si los obispos encabezan el cabildeo con los legisladores en los estados, comentó: “decir que son los obispos los que cabildean sería meternos en el campo de discusión de si es la iglesia o no la que está en esto, pero no sólo los católicos, sino también los judíos, los musulmanes y los cristianos están en favor de la vida; y es grave que alguien por cuestión de su religión se le quiera marginar en la toma de decisiones (…) en los estados los diputados están escuchando las voces de toda la sociedad”.

Admitió que la iglesia no justifica el aborto ni por violación, malformaciones del feto o riesgo de muerte de la madre y descartó que la promoción y uso de anticonceptivos sea el camino para evitar interrupciones del embarazo, porque no siempre están a la mano. Se inclinó por la abstinencia sexual para evitar embarazos no planificados.

Aparte, Norberto Rivera Carrera, durante la conmemoración anual de la festividad de san Juan Diego, exhortó a los católicos a defender los derechos humanos con fortaleza, valentía y humildad, pues la sociedad mexicana actual está plagada de mentiras, traición e hipocresía, fruto de la anticultura de la muerte. Ante esto pidió a los capitalinos defender todas las garantías individuales.

Poco antes, en la Basílica de Guadalupe inauguró la representación táctil para invidentes de la Guadalupana, junto con Diego Monroy, rector del recinto; el Cabildo Guadalupano; el embajador de Italia en México, Roberto Spinelli; Jorge Pulido, representante de la Asociación Mexicana de Invidentes, y el creador de la obra, Franco Faranda.