Carritos de autoservicio, mochilas, credenciales, andaderas y guitarras de bohemios trasnochados son algunos de los objetos que permanecen en la Oficina de Objetos Extraviados del Sistema de Transporte Colectivo (STC-Metro). Prisa, estrés, cansancio, preocupaciones o estar pasado de copas han provocado que algunos de los usuarios los olviden en los trenes, andenes y hasta pasillos de la red, y sólo uno de cada tres es reclamado por su dueño.

Desde su apertura, hace 30 años, es constante la remisión de objetos a la oficina ubicada en la estación Candelaria de la línea 4. El carrito de autoservicio fue uno de los objetos que más llamaron la atención de los elementos de seguridad, pues fue olvidado en la estación Universidad, y un par de muletas encontradas en uno de los trenes, sin que pudiéramos explicarnos cómo es que las dejaron, porque estaban usadas, dijo César Castro, encargado de la oficina.

El año pasado, comentó, se devolvieron 111 credenciales de elector, 70 actas de nacimiento y recibos diversos, 45 teléfonos celulares, 30 mochilas y bolsas. Casi la tercera parte de los objetos, pues se carece de datos para contactar a los dueños.