No creo que haya dañado la buena memoria
del periodista, justifica el autor
Jueves 4 de marzo de 2010, p. 6
Varsovia, 3 de marzo. Un requerimiento judicial y un acalorado debate público han precedido el lanzamiento de una nueva biografía del escritor y periodista Ryszard Kapuscinski, quien murió en enero de 2007 a los 74 años de edad y es considerado el reportero del siglo
. Incluso su nombre se mencionó para el Nobel de Literatura.
Kapuscinski non-fiction, de Artur Domoslawski, fue objeto de una petición legal de la viuda del afamado periodista, Alicja Kapuscinski, quien trató sin éxito de impedir judicialmente la publicación del libro, al asegurar que daña la memoria y reputación del autor de Ébano.
El libro llega esta semana a las librerías, sólo en polaco, y muy pocas personas lo han leído. Sin embargo, una editorial que lo iba a lanzar en un principio se retiró del proyecto.
La biografía del célebre reportero, quien cubrió los lugares más pobres y peligrosos del planeta como corresponsal de la agencia de noticias estatal polaca PAP, entre 1959 y 1981, ahonda en las relaciones personales de Kapuscinski, y lo acusa de colaborar con el gobierno comunista de Polonia y cometer errores de contenido.
Aunque es muy respetado, Kapuscinski ya había sido acusado de espiar a los comunistas en sus viajes por zonas problemáticas del mundo en el momento en que era casi imposible salir de Polonia sin firmar una declaración de cooperación. En una entrevista en 2007, Alicja Kapuscinski dijo que su cónyuge no fue un espía, pero que los contratos con el régimen eran el precio que tuvo que pagar
para viajar por todo el mundo, bajo el gobierno comunista.
Domoslawski, un compañero de profesión más joven que Kapuscinski en el diario Gazeta Wyborcza, aseguró que tras años indagando la vida del reportero, descubrió que éste a veces tenía una actitud desenfadada
frente a los hechos. Algunas de sus informaciones deberían ser etiquetadas como literatura
antes que calificarlas de reportajes
.
Además de cometer errores factuales, según Domoslawski, Kapuscinski faltó a la objetividad periodística al luchar, arma en mano, junto con los insurgentes angoleños. También asegura que cuidó a conciencia su imagen de reportero valiente, que una y otra vez arriesgaba la vida, e incluso llegó a maquillar
situaciones presuntamente peligrosas.
El texto ha suscitado reacciones encontradas. Un ministro y sobreviviente del campo de exterminio nazi de Auschwitz, Wladyslaw Bartoszewski, dijo que el libro viola la ética periodística al utilizar un enfoque sensacionalista de la vida privada de Kapuscinski. Esa opinión fue compartida por muchos analistas y varios integrantes destacados de la Iglesia católica polaca.
Martin Pollack, traductor al alemán de la mayoría de los libros del periodista, se ha negado a traducir la biografía, alegando que contiene muchas suposiciones. El biógrafo quiere comprometer a Kapuscinski
, aseguró.
En contraste, otros dijeron que Kapuscinski merecía una biografía que mirara en las partes más polémicas de su vida.
Andrej Stasiuk, reconocido escritor polaco, salió también en defensa de Kapuscinski mediante un artículo publicado en Gazeta Wyborcza, en el que asegura que héroes sin mácula sólo existen en los cuentos de hadas. Él, como toda Polonia, estaba dividido, atado por compromisos, atemorizado; (fue) egoísta, pero fuerte y decidido a la vez
.
El autor de la biografía no autorizada manifestó: no creo que haya dañado la buena memoria de Kapuscinski. La verdad simplemente resultó ser más complicada que el mito que hemos creado. Yo sigo considerándolo mi maestro
.