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Llanto de Bachelet al dar el reciente reporte de muertos: 802, y se espera que haya más

Jefe de la Armada chilena admite titubeos en la alerta de tsunami

Ambiguo e impreciso, el único mensaje recibido tras el sismo: Oficina Nacional de Emergencia

Sigue temblando; siete movimientos con intensidades de 4.8 a 6.1 grados en la escala de Richter

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Tras una ola de réplicas del terremoto los habitantes de Talcahuano recibieron de la policía local una alerta de tsunami que provocó pánico, no obstante que por la noche la Oficina Nacional de Emergencia descartó tal posibilidad y pidió a los pobladores, que acampaban en los cerros, volver a sus casasFoto Ap
Corresponsal y agencias
Periódico La Jornada
Jueves 4 de marzo de 2010, p. 22

Santiago, 3 de marzo. Las autoridades de protección civil y la Armada de Chile dieron a conocer hoy los detalles de sus comunicaciones en la madrugada del sábado anterior, minutos después de que ocurrió el sismo de 8.8 grados en la escala de Richter, cuando aún era posible emitir una alerta de tsunami, pero el comandante en jefe de la fuerza naval, almirante Edmundo González, admitió la responsabilidad de este cuerpo militar en la muerte de cerca de medio millar de personas en las costas, debido a que en los momentos decisivos hubo titubeo de nuestra parte y fuimos poco claros.

En aquellos momentos claves para enfrentar la situación de urgencia, relató González, la presidenta Michelle Bachelet se preparaba para hablar ante la prensa y requería de información precisa para advertir a la gente del peligro en la costa del Pacífico, a la altura de las regiones Maule y Biobío.

Poco después del movimiento telúrico de las 3:34 del sábado, la Marina ignoraba que el epicentro se ubicaba en el mar, 339 kilómetros al suroeste de Santiago, con profundidad de 55 kilómetros, por lo que no se trataba de un terremoto, sino de un maremoto capaz de generar olas gigantes denominadas en japonés como tsunami.

Inicialmente, cuando eran las 3:55, la naval comunicó a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) la alerta de marejadas intensas. Esto, media hora después de que sucede el terremoto, lo que es un tiempo suficiente, aceptable, lógico de evaluación de las condiciones, dijo González.

Dijeron que el epicentro había sido en tierra

Pero casi dos horas después del sismo, la Marina informó por medio de su Servicio Hidrográfico y Oceanográfico (SHOA) que “el epicentro está en tierra, luego no debiera haber tsunami” y extendió esos mismos datos a Bachelet antes de hablar ante los medios de información.

En la información que le entregamos no fuimos lo suficientemente precisos para decirle a la presidenta: se mantiene o se cancela. Con la información que entregó el jefe de servicio del SHOA a la presidenta hizo que la Onemi, por sus instrucciones, no declarara la alerta. Hubo titubeo por parte nuestra en haber dicho las condiciones se mantienen.

El reconocimiento del jefe de la Armada ocurrió cuatro días después de que las autoridades han tratado de ponerse de pie por la sacudida que el país y el aparato de gobierno resintieron el sábado y luego de que las evidencias en las localidades costeras mostraron –vía los medios de información– que los efectos devastadores del tsunami fueron peores que los del temblor en los puertos y pueblos turísticos Dichato, Constitución y Talcahuano (vecina de la ciudad de Concepción), donde la Armada fue víctima de sus propias imprecisiones al perder una base naval.

Bachelet estuvo en el centro de la polémica sobre la fallida alerta de tsunami, en los últimos cuatro días, pero hoy González dijo: la presidenta hizo lo correcto.

Y así, la Armada cargó con lo peor, pues la directora de la Onemi, Carmen Fernández, remató: el único mensaje recibido a las 4:07 del sábado fue ambiguo e impreciso.

No se tiene a la fecha un dato preciso de la cantidad de muertos a consecuencia del tsunami, pero la cifra oficial total de fallecidos a consecuencia del cataclismo del sábado es hasta este miércoles de 802.

En Constitución, donde desemboca el río Maule en un amplio estuario que tiene un islote turístico en el centro, la cifra extraoficial de difuntos es de 500, pero ahí y en otras localidades el hedor a cadáver se ha hecho insoportable, en momentos en que continúa el arribo de ayuda de emergencia, nacional y extranjera, proveniente de Canadá y la conferencia episcopal italiana, entre otros.

Con lágrimas, Bachelet dio a conocer el reporte actualizado de muertes y anticipó que se esperan más, mientras que en Santiago crecen las quejas por las deficiencias en la construcción de edificios de viviendas nuevas que, en contraste con inmuebles de mayor antigüedad, no resistieron el embate del temblor.

Cuando apenas terminaba la polémica en la capital, en Talcahuano elementos de la policía local difundieron una alerta de tsunami después de que en el curso de la mañana y hasta las tres de la tarde ocurrieron siete sismos con intensidades entre 4.8 y 6.1 grados.

Los habitantes del puerto salieron despavoridos y cientos de personas hicieron campamentos en los cerros que se ubican en las inmediaciones de la ciudad para pasar ahí la noche, a pesar de que la Onemi informó que no hay riesgo de tsunami.